Frente a las elecciones del Directorio
Vamos por la democratización del CONICET
Por Agrupación Naranja de Ciencia y Técnica
En las últimas semanas, el inicio de la campaña por la elección de dos de los miembros del Directorio de CONICET ha concentrado una buena parte de los debates dentro de la comunidad científica. Del 22 al 31 de mayo se elegirán un miembro representante del área de Ciencias Sociales y Humanidades (puesto para el cual se postulan Guillermo Neiman y Mario Pecheny, ambos de CABA) y un miembro representante del área de Ciencias Biológicas y de la Salud (puesto para el que se postulan Alberto Kornblihtt de CABA, Mirtha Lewis de Sur y Eduardo Ceccarelli de Litoral). Todos/aS los/as candidatos/as han publicado sus propuestas y han recibido apoyos de distintos sectores, incluyendo a las distintas camarillas universitarias.
¿Qué se juega en estas elecciones?
Estas elecciones se dan en un contexto de profundización de la crisis del sistema científico nacional donde sobre la base de la precarización laboral heredada del kirchnerismo, el gobierno macrista ha ejecutado cientos de despidos y planeando nuevos recortes dentro de la planta del CONICET. Es el caso de la nueva convocatoria de CIC aprobada por el Directorio y publicada recientemente que convalida el ajuste en los ingresos, introduciendo además puestos en universidades nacionales a dedo sin especificar qué criterios se utilizarán para dichas asignaciones. Hace unos pocos días ha desembarcado en el CONICET una delegación del Ministerio de Modernización que pone en jaque los contratos de los/as compañeros/as administrativos, que producto de la precarización laboral, se renuevan en forma anual. A esto se suma el no pago de los subsidios para insumos y funcionamiento de los grupos de investigación que ya ha generado que cientos de investigadores/as deban aportar miles de pesos de su propio bolsillo para poder seguir adelante con las investigaciones. En las últimas semanas tomó conocimiento público la situación de un instituto de La Plata que ni siquiera podía costear la factura de la luz. En este contexto acuciante, desde distintos sectores políticos se pretende instalar la idea de que la elección de representantes al Directorio serviría para vehiculizar el descontento de la comunidad científica y potenciar la lucha contra el ajuste.
Pero.. ¿quiénes votan?
El CONICET cuenta hoy con 9236 investigadores/as (3065 asistentes, 2922 adjuntos/as, 2163 independientes, 888 principales y 198 superiores), 10.092 becarios/as doctorales y postdoctorales, 2553 Técnicos/as de Apoyo a la investigación y 1584 administrativos/as. Sin embargo, de un total de 32.701 trabajadores y trabajadoras, sólo los 9236 investigadores pueden elegir a los miembros del Directorio. Es decir que el 28,24% de los/as trabajadores/as tiene poder de decisión sobre el órgano que ejecuta las políticas presupuestarias, académicas y organizativas del CONICET. Lo que es aún peor, si bien todas las categorías de investigadores/as están habilitadas para votar, sólo pueden ser candidatos/as al Directorio los/as investigadores/as independientes, principales y superiores que representan apenas el 9,94% del total del organismo. A esto se suma la inclusión dentro del Directorio de representantes que no sólo no son votados por nadie sino que están allí para representan a los principales grupos capitalistas de nuestro país: un representante de las "organizaciones representativas del agro" (Sociedad Rural, entre otras) y un representante de las "organizaciones representativas de la industria" (Unión Industrial, entre otras).
Una composición y un método de funcionamiento al servicio del ajuste
Como muestran los números, el principal órgano de gobierno del CONICET tiene una composición y una forma de elección profundamente antidemocráticas e incluyendo, además, en forma directa a representantes de los grandes grupos económicos. El problema de la composición no es un detalle, sino que explica claramente por qué, a pesar de los argumentos de los sectores kirchneristas, el Directorio no ha tomado una sola medida contra la política de ajuste de Macri y Barañao: todos sus miembros le han puesto la firma tanto a los despidos en Carrera de investigador (sólo revertidos con la histórica lucha de diciembre de 2016) como al recorte en las becas. Tampoco han emitido un repudio a las recientes declaraciones del Ministro Barañao llamando a profundizar la privatización y el sometimiento de la labor científica bajo las reglas del mercado. Cabe destacar que en las propias declaraciones del ministro, en el programa “Desafío 2018” de C5N, se desprende que su continuidad al frente de la cartera de Ciencia y Tecnología, en ambas gestiones, no es resultado de un viraje en la política científica sino de la continuidad de los lineamientos al servicio de los intereses capitalistas, incluso oponiéndose a la naturaleza propia del conocimiento científico al declarar, en la entrevista televisiva, que Cristina Kirchner cuando lo nombra ministro le indica que “…no quiere ciencia por la ciencia misma (sic)…”, lo mismo que exige hoy la gestión macrista y que acompaña el Directorio patronal. Esto explica también por qué las problemáticas que atravesamos los trabajadores del sector están ausentes de cualquier debate en el organismo.
El funcionamiento del Directorio está basado, además, en el más absoluto hermetismo. Las reuniones no son públicas, no existen ni siquiera actas de las reuniones ni se conoce previamente cuándo van a ocurrir. Las resoluciones firmadas, a excepción de las bases o los resultados de las convocatorias no pueden ser obtenidas fácilmente. Este método de funcionamiento es el que permite definir a espaldas de los trabajadores el reparto del presupuesto y los criterios que se utilizan en las evaluaciones.
Ampliar la representación para potenciar la lucha contra la destrucción de la investigación pública
En este contexto, sólo una modificación del actual Directorio, que incluya representantes de los becarios/as, personal de apoyo y administrativos/as y que se base en un método de funcionamiento público potenciaría las posibilidad de que el CONICET se plante frente a los recortes y el Directorio aborde cuestiones básicas para el desarrollo de la ciencia. Eliminar la representación de los grupos económicos, que nada tienen que hacer en el directorio del CONICET, permitiría ponerle un freno a la política de mercantilización del conocimiento científico. Sin embargo, ninguno/a de los/as candidatos/as incluye en sus propuestas nada respecto del actual régimen de gobierno ni a la forma en que funciona el Directorio. Salvo excepciones puntuales, ninguna de las plataformas propone terminar con la precarización laboral en el CONICET, otorgando derechos a los becarios y pasando a planta a todos los compañeros/as de SINEP, efectivizando en forma inmediata a quienes ganaron los concursos de CIC y CPA y que permanecen con "becas post-doc extraordinarias" durante meses. Por sobre las supuestas diferencias políticas, prima el interés corporativo de las camarillas del organismo.
Mención aparte merecen quienes se presentaron en las elecciones pasadas como adalides y representantes de la "resistencia con aguante" y solamente se han diferenciado del resto de los miembros en que a la hora de firmar algunas resoluciones lo hacían "en disconformidad" y en que, cada tanto, filtraban algún tipo de información "off the record". Jamás llamaron a movilizar contra el ajuste ni denunciaron públicamente a quienes impulsan dentro del organismo un ajuste aún mayor. Recordemos, por ejemplo, el caso de Dora Barrancos, quien tras firmar los despidos del 2016 se acercaba a brindar su solidaridad a la toma del MINCyT, en una demostración no sólo de un cinismo sin límites, sino también de que supeditar la lucha contra el gobierno a la acción de cualquier miembro del directorio es condenarla al fracaso.
Frente a una elección que excluye a más del 70% de los trabajadores y trabajadoras del organismo, desde la Agrupación Naranja hacemos un llamamiento a votar en blanco exigiendo a la vez la modificación del actual régimen de gobierno y que las reuniones de Directorio sean públicas y abiertas al conjunto de los trabajadores/as del organismo. Convocamos al conjunto de los/as compañeros/as a fortalecer la organización colectiva saliendo a la calle contra el ajuste y en defensa de nuestras condiciones laborales, entendiendo que nuestra fuerza como trabajadores/as organizados/as es la mejor garantía que tuvimos y tenemos.
AGRUPACIÓN NACIONAL NARANJA CyT