El martes 4, luego de 7 reuniones y a casi 5 meses de comenzada la paritaria, el gobierno realizó finalmente una propuesta salarial a ser considerada por las asambleas de base. Luego de plantear cero aumento salarial e indexar por la inflación mensual el salario y de mantener posteriormente durante meses la propuesta del 18% en cuotas, la nueva propuesta plantea un incremento salarial en cuotas acumulativas que en noviembre llegaría del 26,45% al 25,01% de acuerdo a las distintas categorías, y un 25,92% para los docentes preuniversitarios.

A esta propuesta, se suma la garantía salarial por cargo (algo que el gobierno pretendió que sea por agente) y como suma remunerativa (algo distinto al resto de la docencia nacional), lo que llevaría a un salario mínimo de bolsillo en enero del 2018 de $22800 para la dedicación exclusiva; $11400 para la semiexclusiva y $5700 para la dedicación simple. Sumado a todo esto existiría una cláusula gatillo con revisión trimestral en el caso de registrarse una inflación superior al salario que operará a partir del 1 de octubre si la inflación acumulada entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre supera el 19,05%, no se considera la inflación desde el ultimo incremento salarial. 
La nueva oferta del gobierno no puede explicarse sin el plan de lucha sistemático votado en asambleas y congresos de la CONADU Histórica que se concretó en 25 días de paros nacionales, tomas de rectorados y decanatos cientos de clases públicas, volanteadas, actos y masivas movilizaciones al Ministerio de Educación y la Plaza de Mayo.

Esta lucha de 150 días se concentró en las últimas semanas en la masiva votación de miles de docentes en todo el país que resolvieron de profundizar el plan de lucha con un no inicio del segundo cuatrimestre y la no toma de los finales de julio que empezó a desarrollarse con fuerza en las universidades nacionales, de lo que tomaron nota el gobierno y los rectores.

La nueva propuesta se da la misma semana en que el ministro de Educación Esteban Bullrich, se lanzó a competir como senador nacional, siendo el candidato del intento de imponerle un techo salarial a los docentes, relegado en las primeras encuestas como expresión de la bronca popular que despertó el bastardeo del gobierno nacional a las maestras. Mismo derrotero del Secretario de Políticas Universitarias Cantard que encabezará las listas de diputados de cambiemos en la provincia de Santa Fe.

Ante esta propuesta del gobierno la dirección burocrática de FEDUN se apresura para firmar el acuerdo, sin siquiera efectuar una contrapropuesta. Mientras la burocracia de Conadu ya proclama que se rompió el techo salarial.

Desde la agrupación Naranja nacional consideramos que a pesar de las mejoras arrancadas con la lucha la oferta sigue siendo insuficiente, particularmente luego de que el gobierno nacional ni siquiera cumplió con lo pactado en el acta paritaria 2016: no se avanzó un solo paso para terminar con el trabajo gratuito en nuestras universidades, no se abonó la garantía salarial retroactiva a septiembre de 2016, no se avanzó en la efectiva dedicación exclusiva, no se pasó a planta a los trabajadores contratados, no se incorporó a los ayudantes de segunda a la garantía salarial cuando lo votaron las asambleas y congresos de la CONADUH y no se actualizó nuestro salario que perdió 6 puntos porcentuales contra la inflación del año pasado, a pesar de la cláusula de revisión firmada en la anterior paritaria. El impuesto a las ganancias abarcará a más trabajadores por lo que mantenemos el reclamo de su derogación. A lo que debemos sumarle el incumplimiento del Convenio Colectivo Nacional por los rectores de la mayoría del país, con complicidad de los ministerios nacionales.
Ante este cuadro llamamos a a desarrollar una amplia deliberación en los lugares de trabajo, votando una contrapropuesta que contemple una recomposición salarial luego de la pérdida del año pasado y el conjunto de nuestros reivindicaciones.