Con el 81,9%de los votos, la Multicolor aportará 7 congresales.
Triunfazo de la Multicolor en la Universidad de Buenos Aires
Por Ileana Celotto
El 3 y 4 se realizaron en la UBA las elecciones para la nueva conducción de Conadu Histórica. Culminó así en todo el país una semana en la que los afiliados de cada sindicato de la federación eligieron a la futura Mesa Ejecutiva y Comisión revisora de Cuentas entre las dos listas postuladas: la Multicolor Lista 6 y el Frente por la Unidad de la Docencia, Lista 1. Por la UBA integramos la lista Multicolor Antonio Rosselló, como candidato a secretario general, Ileana Celotto, actual secretaria general de AGD UBA, y Jorgelina Matusevicius también integrante de la conducción de nuestro sindicato.
Los resultados de las 6 mesas de votación sostenidas por AGD UBA, el sindicato con mayor afiliación en la Conadu Histórica, fue del 81,9% para la Multicolor y del 17,9% para la lista 1 Frente por la Unidad, más 0,2% correspondiente a 1 voto en blanco. Aportamos así, de acuerdo al estatuto de la Federación que plantea elección indirecta a través de congresales, 7 congresales que votarán a la Multicolor, encabezada por la Naranja e integrada por otros sectores combativos, y solo 1 para la alianza de la Marrón (PCR) y la Verde (CTA A).
Si bien fue una campaña “en frío” puesto que en algunas unidades académicas llevaban pocos días del reinicio de las clases y el primer día en el Ciclo Básico Común (la mayor concentración de docentes de toda la UBA), logramos mantener la cantidad de votantes con respecto a la elección anterior: 765 en 2022 y 781 en 2025.
La campaña de ambas listas estuvo centrada en el balance y la experiencia del inmenso conflicto del año pasado. Centralmente la concepción del frente único para impulsar la lucha o la mera unidad que en la comprensión de la Multicolor terminó operando para paralizar el movimiento. En asambleas convocadas por AGD fue clara la comprensión de que, si bien la unidad de todas las federaciones impulsó junto a los rectores la instalación del conflicto y la gran marcha del 23 de abril, luego de obtenido el aumento presupuestario para funcionamiento, esa misma unidad empezó a operar para congelar las acciones y desviarla al pasilleo parlamentario llegando al extremo de darle la espalda al movimiento estudiantil cuando irrumpió post veto presidencial. Coartaron así la unidad de direcciones burocráticas, en el momento más álgido del conflicto, la posibilidad de poder arrancarle al gobierno, que ya venía golpeado por las dos marchas nacionales, un aumento salarial para docentes y no docentes. Incluso Fatun (no docentes) firmó el acuerdo de garantía salarial que implicó un aumento no remunerativo para las categorías más bajas. El resultado es que hoy, docentes y no docentes llevamos una pérdida salarial de más de 65 puntos porcentuales en lo que va de este gobierno, 65 puntos que si fuera correcta la medición de la inflación serían mucho más.
Mientras en la campaña de la Lista 1 acusaban a la Multi de buscar una unidad sectaria, nosotros llamamos a priorizar la lucha y desde ahí darnos las herramientas para hacerla masiva. Por eso también desde la asamblea de nuestro sindicato planteamos al congreso de la Conaduh que convoque a un encuentro de todos los sindicatos docentes y no docentes de cualquier federación que estén dispuestos a impulsar la lucha en el 2025, propuesta que fue bloqueada por la conducción de la federación.
El resultado de las urnas en AGD UBA tiene que ver con esta experiencia. Son los mismos docentes que votaron en asamblea que “así no podemos seguir”, porque con estos salarios todos los días vemos cómo renuncian colegas y los que quedamos tenemos los bolsillos cada vez más flacos. Son los mismos docentes que organizaron en octubre una espectacular jornada de clases públicas en Plaza de Mayo mientras el resto de los gremios ya habían bajado la cortina. En definitiva es un voto a favor de una nueva dirección para poder lograr nuestros reclamos.
Todas estas diferencias, que se fueron expresando en plenarios y congresos de la federación, también se asientan en concepciones contrapuestas muy de base: la importancia de la independencia política respecto a las patronales universitarias, el CIN y sus representantes políticos, los mismos que vienen avalando en el Congreso las distintas medidas contra los trabajadores que toma Milei. No es casual que la dirección de las federaciones que componen el Frente de Gremios Universitario estén todas enredadas en la interna del PJ, siendo parte del pacto colaboracionista de la CGT al que se pliega toda la burocracia sindical. La adaptación a esta política por parte de la conducción es mortal para nuestra federación.
Frente a un gobierno que viene a destruir la universidad estatal pública y gratuita y que está dispuesto a aplicar la motosierra y la licuadora a fondo contra los salarios de sus trabajadores y la jubilación del 82% móvil conquistada con años de lucha, este debate es crucial. En este 2025, nuevo acuerdo con el FMI mediante, el ataque de Milei se profundizará. Y, como demuestra la victoria de los docentes de Adosac, no es imposible ganarle al ajuste. Pero para eso necesitamos una dirección decidida a hacerlo.