El peor cuento de navidad: otro ajuste salarial
Por Agrupación nacional naranja de docentes universitarios, investigadorxs y becarios
Un 23 de diciembre, el gobierno, los rectores y las burocracias sindicales de Conadu, Fedun, Ctera, Fagdut y UDA firmaron otra paritaria de ajuste: cuotas hasta alcanzar 10% en abril. Como era previsible, al día siguiente, salen con “espíritu navideño” a tomarnos el pelo fabulando las supuestas “conquistas” del acuerdo. La Conadu Histórica rechazó este nuevo ajuste.
Hasta la fecha de la firma es una provocación. Gobierno y burocracias llevaron hasta el límite una negociación para imponerla en el momento en que la docencia pre y universitaria cierra un durísimo año académico de sobrecarga laboral, depreciación salarial y falta de reconocimiento de los gastos por la virtualización forzosa. Como lo denunciamos oportunamente, las reuniones de las comisiones técnicas fijadas por la paritaria que nos ajustó con el 7% mal entretuvieron a la docencia en discusiones donde lo que no aparecía era la plata. Por ejemplo, la presentación de los pomposos protocolos para la vuelta a la presencialidad que, sin recursos, son una farsa.
Con todo, allí donde se pudo convocar de urgencia –de un día para otro– a asambleas, consultas o plenarios, la docencia se pronunció mayoritariamente por el rechazo. Así lo hizo la Conadu Histórica cuyo plenario de secretarios generales votó el rechazo. Así no lo hicieron las federaciones firmantes seriales que… no convocaron a nada y solo difundieron el acuerdo… tras la firma.
El ajuste después del ajuste
Los firmantes seriales, sin que se les caiga el gorro navideño, declaran que lograron “una recomposición adicional del 10% en la revisión de diciembre, sosteniendo el poder adquisitivo del salario por encima de la inflación en 2020”. Mienten: ni recomposición ni sostenimiento de poder adquisitivo.
En el mes de diciembre 2019, la docencia pre y universitaria no recibió bono alguno, con el argumento de que estaba pendiente la aplicación de la cláusula gatillo a cobrar en marzo de este año. En marzo de este año, previo a la pandemia, el gobierno anunció que no aplicaría la cláusula gatillo y las burocracias convalidaron ese inusual desconocimiento. En octubre, firman lo que denunciamos como el ajuste del 7%.
Para que se entienda: el desfasaje salarial acumulado desde el desconocimiento de la cláusula gatillo y la paritaria del 7% alcanza a diciembre 2020 el 17,67%. Hoy, el salario del cargo testigo ($17.323,30) no cubre siquiera la canasta de indigencia.
Una paritaria para cancelar el 2021
Pero analicemos el acta firmada ayer.
La propuesta consiste en un 2% a cobrar en febrero, un 4% en marzo y un 4% en abril del 2021. No son acumulativos sino que aplican a los salarios fijados por la última acta firmada por las burocracias. No contemplan la inflación a producirse entre diciembre y marzo, que podemos estimar en por lo menos un 13%. A esto los firmantes seriales le llaman “recomposición salarial”.
Los comunicados de los firmantes destacan otra “conquista”: un bono de fin de año, que presentan a partir de la suma mayor: $4000, que cobrarán solo la minoría que tiene una designación exclusiva. La mayoría de las y los docentes, con designaciones simples, recibirán $1000: menos que una canasta navideña.
Para promover un acta impresentable juegan con lo más sensible para la docencia: una promesa sin fecha para dar continuidad del programa de renta a los ad honorem, que contaría con un financiamiento para 2021 de 150 millones de pesos, el equivalente a apenas 500 cargos de docentes ad honorem y adscriptos en todo el país.
Pero falta lo peor: casi en la nochebuena, las y los docentes nos anoticiamos de que el Gobierno y los firmantes, además de ajustarnos en 2020, pretenden volver a las paritarias de 18 meses que quebramos tras una larga lucha. Nos explicamos: la paritaria de la docencia pre y universitaria se extiende de marzo a febrero del año siguiente. Pero el incremento propuesto para marzo se corresponde con la paritaria 2021. Para que no quepan dudas de la entrega, el título del acta acredita que “INCREMENTO SALARIAL 2021” y acuerda “realizar una nueva mesa de discusión salarial durante el mes de marzo de 2021”. ¡Cuando se debe abrir la paritaria!
Así no hay condiciones para empezar un año académico
¿Hay 2021? Frente al cuadro sanitario, salarial, de quiebra de las obras sociales, de condiciones de trabajo, las condiciones para una “nueva normalidad” del próximo ciclo académico no están dadas. Incluso con todas las enormes dificultades, las y los docentes pudimos organizarnos, realizar asambleas y plenarios, poner en pie un encuentro nacional de la docencia, movilizarnos a los rectorados y al ministerio, realizar jornadas de visibilización y paros.
A partir de febrero, la AGRUPACIÓN NACIONAL NARANJA plantea que impulsemos asambleas en todos los lugares de trabajo. Necesitamos preparar un segundo encuentro de la docencia pre y universitaria que repudió la entrega de la cláusula gatillo, del 7% de octubre y este 10% de abril. Necesitamos un plan de lucha por nuestro salario, por la renta de ad honorem y adscriptxs, por nuestras jubilaciones también ajustadas y amenazadas, en defensa de una universidad pública, gratuita, al servicio de la mayoría populares.
Brindamos con los y las compañeras docentes de todo el país por un 2021 de lucha y en defensa de nuestros derechos.