Tras 6 semanas, la lucha continúa.
Paritaria universitaria: amplia mayoría de la docencia rechaza la rebaja salarial de Trotta
Por Antonio Rosselló
35 Sindicatos de la docencia pre y universitaria rechazaron la nueva rebaja salarial del gobierno de Alberto Fernández y su ministro Trotta. La propuesta consta de 6 cuotas desde abril de 2021 hasta febrero de 2022, sumando un 35% mientras el Banco Central estima la inflación en el 48%. Una pérdida de 15 puntos.
Este rechazo no surge de un capricho: desde diciembre de 2015, nuestros salarios perdieron 35% contra la inflación y un 22% desde que asumieron los Fernández. De un 22% ha sido también el ajustazo al presupuesto universitario que aplicó el ministro Guzmán en busca del acuerdo con el FMI y los acreedores de la deuda, según reconoce Roberto Navarro, un periodista ultra K.
Ante esta situación, la Agrupación Naranja comenzó en febrero una campaña salarial sistemática para que ningún docente quede debajo de la línea de pobreza ($63.000 en abril), por recuperar la cláusula gatillo arrancada a Macri y que nos quitara Alberto, por el salario para la docencia ad honorem y adscriptos y por el reconocimiento de los gastos de conectividad y equipamiento en que incurrimos los docentes en la virtualidad. Parte importante de esta campaña fue enfrentar la vuelta a la presencialidad cuando no existen condiciones epidemiológicas y de infraestructura que lo permitan, particularmente en los 100 colegios preuniversitarios.
La crisis que corroe al gobierno (que llegó al menor déficit fiscal el mes pasado en medio de la pandemia) y hoy se expresa entre quienes quieren un mayor o menor tarifazo, también se manifestò en la paritaria universitaria: entre quienes querían un acuerdo como el miserable de CTERA o… uno peor, que fue el finalmente “ofrecido”. Ante la persistente inflación y la impasse de la paritaria, la Conadu Histórica resolvió un plan de acción que cumple 6 semanas, con dos jornadas de lucha y cuatro paros de 48hs. Plan que se mantuvo a pesar de las amenazas de descuento de haberes (que fueron derrotadas), los despidos (incluidos delegados y paritarios) por cuyas reincorporaciones seguimos luchando. En virtualidad y presencialidad se realizaron actos, asambleas, movilizaciones a los rectorados, charlas, conferencias de prensa con amplia repercusión en todos los medios. Estas movilizaciones se coronaron con una caravana al Mnisterio de Educación, organizada por la AGD-UBA. Al calor de este movimiento surgieron nuevos agrupamientos de autoconvocados o se reagruparon sectores combativos en Villa María, General Sarmiento, La Plata. Asimismo se sumó al plan de lucha la Coad de la Universidad Rosario, que es parte de la Conadu.
La bronca docente se abrió paso
Las burocracias sindicales de Conadu, Fedun, Ctera, Fagdut y UDA solo emitieron comunicados junto a Fatun (no docentes). Ante el desborde que se venía, la CONADU amenazó con un paro de 24hs el 6 de mayo, que su mesa ejecutiva suspendió para “evaluar” la miserable oferta descripta. Asambleas de base en Rio IV, en Rosario y hasta la burocrática ADIUC cordobesa resuelven mantenerlo. Luego del Congreso fraudulento de octubre del año pasado para imponer el “aumento” del 7% para todo el segundo semestre, De Feo (secretario general de la Conadu) y compañía se cubrieron y solo llamaron a un Plenario de Secretarios Generales … nuevamente fraudulento. A tal nivel que el Secretario Adjunto de esa Federación y titular del gremio riojano cambió su mandato de rechazo con el 63% de los votos de su asociación de base por otro de aceptación. Un nuevo escándalo de la rancia burocracia. Nueve sindicatos que representan alrededor del 40% de los afiliados a esa Federación rechazaron la propuesta, entre ellos, Rosario; Río IV, Mar del Plata. La consulta en Adiuc Córdoba arrojó un 60% de rechazo. Consumado el fraude, las burocracias sindicales van a firmar junto a Alberto y Trotta una nueva rebaja salarial para la docencia universitaria, traición que también consumó la Fatun de los trabajadores no docentes estableciendo así en 18 meses el mayor ajuste en la universidad desde 2002. Por su parte, en el congreso de la Conadu Histórica, más del 90% de los delegados de 27 sindicatos rechazaron el “acuerdo” de Alberto, Trotta, los rectores y las burocracias sindicales. Si bien el congreso voto por unanimidad la continuidad del plan de lucha, sólo se votó la realización de una jornada de protesta sin continuidad de los paros que se venían realizando. Seguir con los paros y movilizaciones es el camino para frenar el ajuste tal como lo demuestran las luchas de Neuquén ante la entrega del ATE K, los autoconvocados de vitivinícolas, en la Uta, que revelan un cambio general de situación en el conjunto del movimiento de los trabajadores. La AGD UBA, Catamarca, Tierra del Fuego, San Luis Y Tucumán votaron por paros de 72hs, reuniendo el voto del 22% de los delegados congresales y más del 35% de los afiliados a la Conadu Histórica. Esta suspensión de los paros no sólo es un error sino un camino que lleva a la subordinación al ajuste. La Agrupación Naranja impulsa un gran encuentro de toda la docencia que rechazó la rebaja salarial para continuar el plan de lucha, reagrupar el activismo y para terminar con los salarios de pobreza y defender una universidad al servicio del pueblo trabajador.