De cara a la elección de las rectoras del Colegio se desarrolló todo un operativo mediático impulsado por Barbieri y el Consejo Superior. La Franja Morada y las camarillas universitarias impulsaron las candidaturas de Bergman para el Buenos Aires y Barral para el Pelle, con el principal fundamento de tratarse de dos “mujeres”. Ambas, según se destaca en los principales diarios, tienen formación en “cuestiones de género”, una demanda legitima impulsada por el movimiento de mujeres y disidencias de género, y que cobró más notoriedad con las denuncias sobre acoso, abuso y violencia, misóginas y sexistas hacia estudiantes, de las cuales, las mismas autoridades que impulsan estas candidaturas han avalado o sido cómplices. Las denuncias realizadas por graduades de los preuniversitarios, en los últimos actos de colación, son una consecuencia de esa política de encubrimiento por parte de las camarillas de la UBA.

¿Por qué desde la Naranja rechazamos estas designaciones? No sólo porque el método de elección es antidemocrático, sino también, porque tanto Bergman como Barral forman parte de la burocracia de UTE- CTERA y en el caso de esta última, además, es consejera docente del Pelle en el Consejo de Escuela Resolutivo por la lista siglo XXI/UTE CTERA, gremio que ha entregado los salarios y las condiciones laborales de los docentes de las escuelas, firmando, entre otras cosas, una paritarias de la vergüenza y el acuerdo con la UBA por fuera del Convenio Colectivo de Trabajo nacional. Colocar a sus delfines le brinda a las camarillas de la franja y el PJ el control total de los preuniversitarios, como ya ocurre en el de Lugano.

Más allá de la formación, entendemos que tampoco estas dos candidatas pueden dar respuesta a ninguna de las demandas de docentes y estudiantes de ambos colegios. Por un lado, cuando Bergman fue vicerrectora (2011) recorrió medios de comunicación denostando las distintas medidas de fuerza de les estudiantes y vociferando contra las agrupaciones y la organización estudiantil por sus reclamos y reivindicaciones. Finalmente, toda la gestión de la que ella formó parte tuvo que renunciar por la presión de estudiantes, padres, docentes y no docentes. La “especialista en cuestiones de género” participó activamente contra la toma de la escuela en el conflicto de 2015, momento en el que el primer #NiUNaMenos irrumpía masivamente en las calles y atravesaba la escuela que pedía a gritos: "No más violencia hacia las trabajadoras y estudiantes, fuera los patoteros”.

La trayectoria de Ana Barral no es muy distinta a la de la recientemente electa rectora del Buenos Aires. Además de ser parte de la dirección de UTE-CTERA, fue nombrada a dedo en marzo de este año por el rector Leandro Rodríguez al frente del Programa de ESI en el Pelle. No se le conoce, desde ese cargo, una sola acción en el sentido de la aplicación de la Educación sexual integral laica y científica al interior de la escuela. Las únicas jornadas que se realizaron durante este ciclo lectivo, y en el medio de un paro docente, fueron organizadas entre el CECAP e integrantes del DOE, lo que evidencia la nula voluntad institucional para abordar estas problemáticas en la escuela y en la UBA.

La defensa de consejeros/as de la Franja Morada y del PJ-K en el Consejo Superior muestra los acuerdos políticos entre estos sectores y la burocracia. Mención aparte merece la exaltada defensa de Morgade (decana de Filo e identificada por muchos como referente del feminismo e integrante de una supuesta oposición o “sector progre” en el Consejo Superior), quien avaló la propuesta del rector Barbieri y de la burocracia de UTE CTERA. 

Desde la Agrupación Naranja sostenemos que “las rectoras del Superior” no pueden garantizar las demandas y reclamos de la comunidad educativa en materia de violencia de género. Menos aún en momentos donde las denuncias por acoso, abuso, y violencia proliferan y se extienden hasta el mismísimo Ministro de Educación de Cambiemos, Finocchiaro. 

En este sentido, saludamos la organización del movimiento estudiantil que a través de la deliberación colectiva votó “Ningún rector(a) del Consejo Superior”, poniendo sobre la mesa el reclamo por la real democratización que necesitamos en ambas escuelas.

Organicemos Asambleas Interclaustros de toda la comunidad educativa que discuta un plan de lucha integral para conquistar autonomía política del colegio, el derecho a elegir a sus propias autoridades y que contemple un programa que vaya por todas las reivindicaciones de estudiantes y trabajadores, ya que ningún rector/a del Consejo Superior va a satisfacer estas demandas.

 ¡Vamos por el triunfo de estudiantes, docentes y no docentes de los preuniversitarios!