La docencia universitaria y preuniversitaria del país, con la fuerza de la movilización y la organización y la bronca de las bases, logró sostener el plan de lucha en defensa del salario, las becas estudiantiles, los fondos para la investigación y la infraestructura contra el recorte brutal de gobierno de Milei y Pettovello a las universidades.

En ese marco, con paros, clases públicas, cortes y movilizaciones, alcanzamos la aprobación de la Ley de Financiamiento Universitario, la que, parcialmente, recompondría nuestros salarios y el presupuesto. Pusimos en el centro de la discusión pública el deterioro salarial que arrastramos hace años y que Milei termina de hundir en la pobreza y la indigencia con una pérdida de 55 puntos porcentuales en solo nueve meses; la caída salarial más grande de la historia. Sin embargo, Milei la vetará, tal como ocurrió con los jubilados.

Al veto de Milei se suma el proyecto de presupuesto 2025 presentado por el gobierno nacional, que mantiene la política de ahogo presupuestario en las universidades y sobre todo el conjunto de la educación, de la ciencia y técnica, incumpliendo –al igual que hicieron los gobiernos anteriores- leyes que garantizaban que parte del PBI se destinara al sector. Todo esto en el marco de garantizar el déficit cero a costa de lxs jubiladxs, la educación, la universidad pública y el hambre en las infancias, para cumplir con el FMI.

El gobierno y sus cómplices se lanzan a campañas difamatorias contra la docencia universitaria y preuniversitaria, con el verso del adoctrinamiento, con amenazas de auditorías, atacando los paros: un guión que el gobierno nacional ya intentó imponer, pero que fracasó. Al ajuste de las universidades nacionales se suma el ataque en ciencia y técnica, contra organismos tales como el Inta, la CNEA, el Inti y el Conicet como blanco central, donde recientemente se cumplió un año sin ingresos a carrera y convocatorias paralizadas, con un recorte fenomenal en becas y financiamiento a la investigación y paralización de investigaciones inversiones, despidos y retiros “voluntarios” para desmantelar el complejo científico tecnológico.

Tenemos que continuar con el rechazo al veto de la Ley de Financiamiento Universitario y sumar el vergonzoso veto de la ley de movilidad jubilatoria que se sostuvo por la venta de votos de los mismos que hoy dicen comprometerse con la lucha universitaria. No podemos confiar en esos sectores ni tampoco en las gestiones que hacen pasar el ajuste en nuestras universidades, y hasta descuentan los días de paro, como es el caso de la rectora de la Universidad de Cuyo (Mendoza), mientras salen a decir que quieren defender la educación pública.

Es necesario y urgente organizar y masificar la segunda marcha federal educativa que será el próximo 2 de octubre. Es urgente convocar a asambleas y a todas las instancias de participación y debate en cada universidad, colegio e instituto. Es necesario preparar la movilización con paros, clases públicas y diferentes acciones gremiales, durante toda la próxima semana del 23 de septiembre para fortalecer el plan de lucha.

Los límites que se le quieren poner a la marcha
El lunes 16 se realizó  una reunión con el CIN con rectores de ambos bloques, del peronista y del radical, con la presidenta de la FUA, Fatun, Fedun, UDA, Ctera, Conadu y Conadu Histórica. Una reunión muy larga donde la FUA proponía que recién la marcha se hiciera el día que se tratara en Diputados el veto. La Fatun manifestó que era demasiado apresurado hablar de la marcha porque “era posible que no se vetara” la Ley de Financiamiento Universitario, cuando una y otra vez Milei lo había anunciado, y luego del veto y la represión sobre los jubilados. Estas posiciones sobre una marcha sin fecha, una no marcha. Ante lo insostenible de esas posiciones se intentó que se fijara para el 9 de octubre, muy tarde frente a la acuciante situación de salarios de la docencia (85% debajo de la línea de pobreza) de los no docentes (60% debajo de la línea de pobreza), becas de $35.000 que no cubren ni el transporte para ir a cursar y cero pesos para la investigación y la extensión.

Frente a los planteos inobjetables de organizar ya la marcha, la propuesta de que sea el 2 de octubre es tomada por la presidencia del CIN, que manifiestan que tenían que hacer consulta con el Comité Ejecutivo del CIN y que proponían que se hiciera el anuncio oficial el día martes 24 próximo.

Bien mirado todo esto fue una puesta en escena para que las patronales universitarias y las burocracias sindicales ligadas a la CGT regimienten e intenten capitalizar los resultados de la marcha. Tal es así que tanto la FUA como la Fedun y la Fatun salieron al día siguiente a convocar la concentración al Congreso para el 2 de octubre y un paro para el día 26 de septiembre, eligiendo el camino de la desorganización y la confusión y no el del frente único para derrotar el veto y el presupuesto de 2025 que solo representa el 50% de lo solicitado por los rectores y el 33% del que existía por estudiante en 2012

Estos anuncios fueron a espaldas de toda la docencia, los no docentes, los investigadores y los estudiantes, y dejando en claro que no quiere saber nada con que haya una marcha. Insistimos, solo quieren una concentración en el Congreso. No pretenden ir a la Plaza de Mayo, disputándole a Milei tanto el veto como el presupuesto, y así parlamentarizar el conflicto

Masifiquemos la Marcha Federal en CABA y en todo el país
Al igual que en 2016 contra Macri las organizaciones y sindicatos combativos dimos la lucha política para que se realice la marcha de Congreso a Plaza de Mayo. Sin embargo, se impuso no chocar con el poder político. Insistiremos en los próximos días para que se concentre en Plaza de Mayo, como señal al gobierno.

El palco y los oradores son parte de esta lucha política. Las patronales universitarias y las burocracias universitarias solo pretenden que se lea un documento y que no suban a “su” escenario las organizaciones en lucha, ni siquiera los jubilados condenados a la indigencia y reprimidos en cada manifestación. Pretenden que sea sólo una marcha universitaria y no un canal de las luchas contra Milei, y asestarle así un golpe a la propia asfixia de la universidad. Como fieles representantes de los bloques capitalistas prefieren una negociación o negocios con el gobierno que una posible irrupción popular.

Por ello más que nunca debemos realizar acciones conjuntas de la docencia, los no docentes, investigadores y estudiantes la semana del 23 al 28 clases públicas, cortes, semaforazos, asambleas interclaustros, vigilias  para masificar la marcha federal en CABA y en cada ciudad del país.

Una Marcha Federal masiva nos dejará en mejores condiciones para alcanzar nuestras reivindicaciones, especialmente las salariales cuando para el  mes próximo la pauta es del 1% y del 0% para noviembre y diciembre y el presupuesto 2025 pretende realizar un ajuste sobre el ajuste.