UNLP: ante la pandemia, reprogramar el calendario académico
Por Agrupación Naranja de Docentes e Investigadores – UNLP
Muchos trabajadores y docentes hemos reclamado la cuarentena total que finalmente dictó el gobierno. Tuvimos que reclamar incluso la no concurrencia a las unidades académicas para cumplir con un aislamiento social lo más estricto posible, que se hace imprescindible porque un contagio masivo hará colapsar al sistema de salud, vaciado y destruido por la privatización.
Sin embargo, las autoridades universitarias y el gobierno a través del Ministerio de Educación impusieron un “inicio” de clases con la virtualización forzada, sin los recursos ni las condiciones materiales y pedagógicas para llevarla adelante.
No se ha considerado ni por un momento las dificultades materiales de docentes y estudiantes; no se ha tenido en cuenta el impacto de todo orden que provocan la pandemia y el aislamiento forzado en miles de compañeros; no se dice una palabra sobre la imposibilidad de llevar adelante trabajos de campo, de laboratorio, prácticas de diverso tipo que son imposibles a distancia. Por último, pero lo más importante, no se ha tenido en cuenta el golpe a la calidad académica y a los recursos pedagógicos que significa el ejercicio a distancia de la docencia y del aprendizaje.
Las herramientas virtuales son eso: herramientas que potencian y complementan la actividad en el aula y en el laboratorio. No son la panacea para darle un carácter “normal” a un ciclo lectivo que no puede transcurrir normalmente en medio de esta crisis.
Ante la presión de los sindicatos independientes como la AGD y del reclamo de miles de docentes y estudiantes que no pueden acceder a la virtualidad, La UBA resolvió reprogramar el ciclo académico postergando el inicio de actividades a junio. La Secretaria de Políticas Universitarias sacó una “recomendación” a todas las Universidades en el mismo sentido. Que la UBA y la SPU hayan tenido que actuar de esta manera ES UN INDICADOR DE LA IMPOSIBILIDAD DE SEGUIR HACIENDO DE CUENTA QUE ENSEÑAMOS, y de que los estudiantes aprenden. Es un reconocimiento tardío, impuesto por la realidad, de lo que muchos denunciamos desde el comienzo.
Sin embargo, la UNLP sacó hoy mismo un comunicado en el que refrenda el calendario académico excluyente y de fantasía, basado en la farsa de la virtualidad. Claro que alguna cátedra puede funcionar a distancia; claro que algunos alumnos van a poder sacar provecho de esa actividad; claro que algunos docentes tienen mejores condiciones para llevar adelante esta tarea y lo están haciendo. Pero se trata de tomar una resolución que no deje a una cantidad de gente por el camino, y que no precarice aún más nuestro trabajo.
CONADU una vez más actúa como una agencia del gobierno y el CIN. En lugar de salir al cruce de este intento de montar una ilusión antipedagógica muy costosa para docentes y estudiantes tomados de conjunto, difunde una vergonzosa recomendación para que el trabajo en casa sea más confortable. ¡No se trata de eso, compañeros! Se trata de defender realmente nuestro trabajo docente y el derecho de miles a estudiar.
La Naranja propone:
Impulsemos este debate en cada cátedra, escuela y colegio y con nuestros alumnos
Que se reúna por tele conferencia el plenario de delegados abierto para tener un panorama de lo que sucede en cada unidad académica
Que se reúnan urgente la paritaria nacional y la local para discutir como reprogramamos la actividad sin afectar ningún derecho de los docentes, ni el de los estudiantes en el marco de la pandemia. Que ADULP y CONADU concurran a esas instancias con mandato de base recabado por los medios que sea necesarios.