Profundicemos la lucha y fortalezcamos nuestro sindicato para derrotar la embestida de Milei y sus cómplices

Profundicemos la lucha y fortalezcamos nuestro sindicato para derrotar la embestida de Milei y sus cómplices

Febrero 13, 2025 - 14:51

Por Agrupación Naranja


Desde el 21 de abril se llevarán a cabo las elecciones de Mesa Ejecutiva y de las Comisiones Directivas de la AGD UBA. Se van a dar en el cuadro de los enfrentamientos de los y las trabajadoras frente a un gobierno que desplegó desde su asunción una política de guerra contra todos nuestros derechos y condiciones de vida: los salarios, el trabajo, la salud y educación públicas, los jubilados, la ciencia. La multitudinaria marcha del 1F –que se replicó en todo el país– no sólo retoma el protagonismo popular en las calles sino que, además, muestra la disposición a la lucha de los y las trabajadoras.
La Universidad y el sistema científico fueron especialmente blanco de ataque de Milei. Desde el ajuste presupuestario y salarial, pulverizando el poder adquisitivo de los docentes con una caída de 60 puntos porcentuales, la consecuente caída de nuestras jubilaciones y la continuidad del trabajo gratuito de los ad honorem, hasta el recorte brutal de los programas de investigación para auspiciar el desguace del sistema científico; los despidos y las renuncias de cientos de investigadores y becarios. Junto con esto, las denuncias de “adoctrinamiento” formaron parte de una orientación no sólo persecutoria hacia la docencia que se organiza contra estas políticas destructivas de la educación pública sino que son parte de la campaña de desprestigio para hacer pasar el ajuste y la privatización.
Desde la dirección de nuestro sindicato caracterizamos que no podíamos dejar pasar ni un minuto estos ataques, y fue así que inmediatamente después de asumido éste gobierno, impulsamos diferentes instancias de organización (Cabildos Abiertos y las Asambleas Generales, reuniones por sede) llamando incluso al resto de los sindicatos universitarios y centros de estudiantes, con la finalidad de poner en pie un gran movimiento universitario junto a estudiantes y trabajadores/as no docentes que enfrente y derrote las medidas reaccionarias del gobierno libertario. Aunque el resto de los sindicatos docentes y Apuba no respondieron, fueron instancias de comienzo de nuestra organización. Más adelante, la magnitud del recorte presupuestario puso en alerta a las propias autoridades universitarias y la crisis se agravó.
La masividad de la respuesta en las calles –dos de las marchas más grandes de la historia de la Universidad– permitió ponerle límites a este ataque, conquistando el mínimo presupuesto para el funcionamiento operativo de las sedes y una garantía salarial que impidió que una parte de los docentes caigan por debajo de la línea de indigencia. Y sobre todo conquistó a la opinión pública a favor de la Universidad y su lucha por defender su carácter público y gratuito, lo que constituyó un gran golpe a la orientación privatizadora y demonizadora de los libertarios.
La actuación conciliadora de los rectores, el rol de las burocracias sindicales junto con los bloques políticos opositores cómplices en el Congreso, explican las razones por las que nunca se concretó la profundización de un plan de lucha capaz de derrotar la política antiuniversitaria del gobierno, negándose el resto de los sindicatos de la UBA a concretar siquiera una acción conjunta en Plaza de Mayo que sí llevó adelante AGD UBA. Aquella política de freno empalma con el colaboracionismo de la CGT y el seguidismo de las CTAs, todos subordinados a la interna peronista con vistas al 2025/2027.
Vimos en la lucha universitaria como se replicaba una situación que se manifestaba a nivel nacional: la pasividad de las burocracias sindicales, cuando no la colaboración directa. Y en el escenario parlamentario una supuesta oposición (PRO, CC, UCR, Pichetto, Partido Provinciales, PJ) que le habilita o vota diferentes leyes contra el pueblo (convalidación de los vetos jubilatorios y del aumento del presupuesto universitario, Ley Bases, vigencia del DNU/70, RIGI, gobernar sin presupuesto, etc.) garantizándole la gobernabilidad para hacer pasar el ajuste.
Contra esta política de entrega, los docentes dimos muestras de indignación, pero también de compromiso: con marchas, abrazos, decenas y decenas de clases públicas con cortes de calle, jornadas de clases en la Plaza de Mayo, el acompañamiento a las asambleas y tomas estudiantiles durante semanas. La AGD UBA fue el canal y la organizadora de estas iniciativas.
Este año, el gobierno redobló el ataque, empezó con más despidos estatales (Salud, espacios de memoria, Habitat, etc. y cierre de cientos de programas sociales). Hay miles de despidos en el sector privado. Se anunciaron casi nulos aumentos salariales, cuando la carestía de vida aumentó. Sabemos que en la reforma previsional post electoral vienen por los regímenes especiales de jubilación. Nuestros ingresos son cada vez más pobres, lo que impulsa a muchos colegas a renunciar, lo que va a tener un impacto en nuestros propios estudiantes en el nuevo comienzo de clases. En esta misma línea arremete con una ofensiva macartista, reaccionaria y fascistoide, atacando fundamentalmente a las diversidades sexogenéricas, la ESI y al movimiento de mujeres, lo que provocó una enorme reacción popular en su contra.
Este cuadro nos convoca a profundizar nuestra organización como trabajadores y trabajadoras de la Educación Pública en unidad de acción con el conjunto de la clase trabajadora, nos obliga a reforzar nuestra herramienta gremial y la participación de toda la docencia para quebrarle al gobierno su política ajustadora. Desde esta perspectiva, es que la Agrupación Naranja de la UBA convoca a la docencia pre y universitaria a convertir la próxima elección de nuestro gremio, en el mes de abril, en otra gran movilización para fortalecer al sindicato que ha jugado un papel destacado en todas estas batallas y en el conjunto de los reclamos populares.
Desde la Agrupación Naranja, como parte de Unidad Docente, llamamos a profundizar el camino desplegado desde nuestro sindicato y fortalecer el gran frente de lucha que venimos construyendo desde AGD-UBA sobre la base de las resoluciones asamblearias, la independencia política de los gobiernos y las gestiones universitarias, la defensa incondicional de todos nuestros derechos y de las libertades democráticas, de la universidad y la ciencia, para enfrentar el ajuste del gobierno y todos sus cómplices y frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida.
La defensa de la universidad y la ciencia y de sus trabajadores es incompatible con la continuidad de este gobierno. Es Milei o nosotrxs, las y los trabajadores.

Agrupación Naranja de Docentes e Investigadores de la UBA