Docentes Universitarios: el resultado de una gran huelga
Por Ileana Celotto
Tras 22 días de paro, clases públicas, carpas, cortes y movilizaciones, el movimiento de los docentes universitarios arrancó al gobierno un acta que rompe el techo salarial que pretendía imponer Macri, primero de un 15% y luego entre un 20 y 25%, para llegar punta a punta al 34/35% (según el cargo) y con una garantía salarial inicial recuperada que salta para los cargos más bajos y con mínimo de horas de $2400 a $3900 (62,5%).
A pesar de que el aumento global conseguido está por debajo de la inflación y los tarifazos del Gobierno, y de cobrarse en cuotas -dos temas que golpean a la mayoría del movimiento obrero- el acta firmada contempla conquistas que fortalecerán el movimiento y la lucha por venir. El logro político más importante es que quebramos la paritaria de 16 meses que le había firmado hace 3 años la burocracia kirchnerista al gobierno K, y que aisló desde entonces a la lucha universitaria. La paritaria a 10 meses (finaliza el 28 de febrero, con inicio en mayo, cuando vencía en junio) no sólo es una conquista en cuanto a lo salarial, sino que políticamente reforzará el año próximo la lucha de toda la docencia.
Otro logro es la cláusula de revisión del acta, con una reunión ya pactada para fines de septiembre en la que se analizará la evolución de la inflación y la necesidad o no de incorporar nuevos valores al presente acuerdo, lo que abre en los hechos la pelea salarial de cara el próximo cuatrimestre.
Es necesario destacar que el aumento es integralmente en blanco, a diferencia de todos los gremios estatales, y será de más del 50% para las categorías más bajas sin antigüedad, incluyendo adicionales por título y por escala salarial.
La firma del acta por la Conadu Histórica es el resultado de consultas, plenarios, congresos y asambleas que, mayoritariamente, acordaron la firma aún marcando sus insuficiencias en la pauta salarial. Esto importa y mucho ante la burocracia de la Conadu Yasky y su pretensión de arrogarse una lucha y las conquistas parciales de un plan de lucha del que participaron parcialmente y a la rastra.
El plan de lucha que arrancó en un cuadro de defección de las 5 centrales sindicales, desplegó la mayor movilización de la década, para ser exactos desde la gran huelga general de 2005. Incluyendo la gigantesca marcha a Plaza de Mayo, iniciativa de la Naranja, que no sólo tuvo que enfrentar a las burocracias sindicales que la acotaron al Ministerio de Educación, sino a sus aliados como Patria Grande, que se negó como copresidencia de la Fuba a sacar un afiche junto a la AGD para convocarla.
La firma de las burocracias sin previa consulta a sus bases fue el punto que permitió al gobierno cerrar una propuesta que aún estaba en debate. Lejos de la mentada "unidad anti Macri", los movió la prisa por rapiñar la extorsiva cuota sindical. A pesar de la burocracia, el acuerdo rompe el techo impuesto por el gobierno y es producto de la movilización y el plan de lucha.
La paritaria, lejos de cerrar la lucha, es un punto de reagrupamiento luego de una extensa y ardua batalla que fue el triunfo político de un método y una orientación, sentando las bases para batallas venideras. Los intentos por responsabilizar a la huelga docente universitaria de no romper la entrega de las centrales sindicales (salario en cuotas, impuesto a las ganancias) sólo pueden leerse como provocaciones a un movimiento que dio todo lo que podía dar en un contexto de entrega por parte de todas las burocracias sindicales. El congreso de la Conadu Histórica ya votó la iniciativa de la Naranja de organizar antes del cierre del cuatrimestre una gran marcha nacional a Plaza de Mayo por la lucha por el presupuesto y el boleto universitario.
Con el método de la huelga piquetera, los docentes universitarios aportamos a la tendencia creciente que existe entre los trabajadores a enfrentar los planes de ajuste. La nueva dirección de Conaduh estuvo a la altura del movimiento.