Docentes universitarios: marchemos el 16 de mayo para que no entreguen la paritaria
Por Ileana Celotto
El próximo jueves 16 se realizará una marcha universitaria, convocada por parte de todas las federaciones sindicales docentes, que contará con la participación de federaciones estudiantiles –entre ellas la Fuba- y organizaciones sindicales de Ciencia y Tecnología, como la junta interna del INTI.
Desde la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires (AGD-UBA), planteamos movilizar para que no se entregue la paritaria: se trata de una respuesta a los aprontamientos de las burocracias que, luego de haber enterrado el movimiento de lucha del 2018, van presentando a sus afiliados la propuesta del gobierno como un avance.
La paritaria
La negociación salarial no arrojó ningún avance hasta ahora. Las cuotas unilaterales de enero a marzo nos dejaron perdiendo frente a la inflación del año pasado. Ahora, la oferta es 15% en 4 cuotas (de junio a octubre) con cláusula gatillo recién en diciembre 2019 (para el desfasaje de marzo a noviembre) y abril 2020 (para el desfasaje de diciembre a febrero de ese año). O sea, nosotros perdemos frente a la inflación presente y ellos dejan una hipoteca para que la pague el nuevo gobierno. Pero qué garantías hay de que el próximo gobierno honre los compromisos, cuando se planteará la ruta del déficit cero frente a cuentas públicas estalladas por la magnitud de los intereses de la deuda.
Aceptar estas sumas y fechas es aceptar un nuevo golpe al salario real en tiempo real de docentes universitarios y preuniversitarios. Lo mismo con respecto a los compromisos de blanqueo de los importes en negro, que proponen sumar al salario en noviembre y diciembre. Y por supuesto nada para los miles de trabajadores ad honorem que sostienen la actividad de docencia, extensión e investigación. Un paquete inaceptable.
Desde la AGD planteamos el adelantamiento de las cuatro cuotas, de las fechas de blanqueo y de la cláusula gatillo, así como la renta para los ad honorem.
¿Cómo torcer el brazo al gobierno?
Los informes alentadores que llevan las direcciones K de Fedun y Conadu a sus afiliados respecto a las negociaciones son acompañados por acciones aisladas y hasta boicoteadas por ellos mismos. Fue el caso de un paro de 48 horas en abril, que ni se sintió en las facultades de la UBA donde tienen algo de presencia y donde dirigen como gestión. Así disfrazan que “pelean”. Ya tienen todo un recorrido en esto: en el 2018 entregaron la lucha firmando una paritaria a la baja y con sumas en negro en pleno auge de la huelga universitaria. Y en el 2019 volvieron a aceptar cerrar esa paritaria, dejando nuestros salarios con un desfasaje del 18 al 20% según la categoría.
Con la que presentaron como la “mejor paritaria 2018” se han llevado el trofeo -además el 1% del total de la masa salarial a sus cuentas- de quebrar por primera vez en 14 años el salario en blanco, un triunfo conquistado gracias a la lucha. Se trata de un enorme favor a la reforma laboral que intentan aplicar Macri y el FMI y un golpe a los bolsillos de docentes activos y jubilados.
Pero al enterrar una gran huelga también lo que han logrado es dar un golpe a todes les que salimos a luchar. Nada nuevo para las burocracias sindicales que, en función del recambio con las elecciones, entregan, paralizan o aíslan las luchas. Son operadores de la desmovilización y apatía que intentan generar entre la docencia frente a las distintas convocatorias.
Lo dicen los docentes en las reuniones: “si nos entregaron el año pasado con el movimiento inmenso que había ¿por qué no nos van a entregar ahora?”
Para enfrentar esto tenemos que poner en pie desde la Conadu Histórica -única federación que no avaló las maniobras del año pasado- un fuerte plan de lucha y en delimitación con estas burocracias entreguistas, ya que siguiendo las dilaciones de quienes entregan nuestros salarios o los cronogramas de las reuniones con el gobierno no podremos poner en pie el gran movimiento que necesitamos. A esto apuntan los mandatos que llevamos algunos sindicatos de base, que por ahora no han prendido en nuestra federación.
En lo inmediato llamamos a la Conadu Histórica y sus sindicatos de base a resolver ya un plan de lucha con continuidad para arrancarle al gobierno nuestros reclamos y enfrentar así el ajuste del gobierno nacional, los rectores y el FMI.
La situación de la docencia universitaria no es muy distinta a la de otros gremios. Como nunca, los balances de las distintas luchas que hemos dado los trabajadores en el 2018 y 2019 plantean, si queremos triunfar, la necesidad de superar a las burocracias sindicales que han actuado como cómplices en distintos grados del ajuste. En ese sentido, la agrupación Naranja se suma al planteo de un congreso de delegados con mandato de todos los sindicatos y centrales, para poner en pie un plan de lucha nacional que una a los trabajadores en la pelea por nuestras conquistas y para terminar con la burocracia sindical.
Ahora, marchemos y paremos el 16 para que la paritaria no se entregue.