La Conadu aceptó el 7% en un congreso fraudulento y antidemocrático.
Las burocracias sindicales de la docencia universitaria firmaron la paritaria del ajuste
Por Patricio Grande y Santiago Gándara
El Congreso Extraordinario de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), realizado el miércoles 28/10, fue realmente escandaloso y mostró, al mismo tiempo, la crisis de las burocracias sindicales y el descontento generalizado de la docencia ante un nuevo ajuste salarial.
Este congreso sindical estuvo plagado de maniobras fraudulentas de principio a fin -por parte de la conducción ultraoficialista, integrante del Frente de Todos, de Carlos De Feo- con el único propósito de garantizar la aceptación del miserable incremento salarial del siete por ciento a partir de octubre.
Como parte de las maniobras la conducción de Carlos De Feo impidió la votación de asociaciones de base como Adunm (Moreno) que tenían clarísimos mandatos de rechazo y venían participando en este 2020 de todas las instancias federativas, mientras que la conducción promovió la votación por la aceptación de otras que, como Sudhur (Hurlingham), se habían desafiliado de la Federación. Durante la votación una cantidad significativa de delegados decidieron unilateralmente desconocer los mandatos de sus asambleas de base y votaciones online, donde se había impuesto de manera contundente el rechazo, y votaron a favor del siete por ciento. ¡Un escándalo!
Ese fue el caso de los tres congresales de la minoría de la Coad (Rosario) –lista “Todxs x Coad”- quienes con su voto fraguaron la votación unánime de la asamblea y el resultado de una consulta donde participaron 1.404 docentes y el 80,9 por ciento votó por la no aceptación. Algo similar ocurrió con congresales de Adeiunaj (Arturo Jauretche), Aduna (Avelleneda) y Sidunsj (San Juan), entre otros. Además, la conducción impidió que la votación sea nominal. Por todas estas maniobras la votación final fue de 60 a 45 por la aceptación.
Esas burdas y visibles acciones de características fraudulentas y antidemocráticas posibilitaron que la conducción burocrática de la Conadu acepte, por una simple mayoría, firmar el inexistente “aumento” salarial del 7 por ciento para la docencia universitaria y preuniversitaria nacional, tal como había sucedido en las paritarias de Upcn (estatales nacionales) y Fatun (no docentes universitarios). Así las burocracias de la Conadu, Fedun, Ctera, Fagdut y Uda, bajo un total alineamiento político con el gobierno nacional y los rectores, intentan imponer un nuevo ajustazo a los/as 190 mil docentes universitarios/as.
En contraste, una amplia mayoría la docencia universitaria y preuniversitaria rechazó ese 7 por ciento del ajuste: lo hicieron con elocuencia más de 40 gremios docentes de todo el país y la Federación Conadu Histórica en su conjunto. Se trata, seguramente, del “acuerdo paritario” más rechazado por la docencia en los últimos 15 años.
Es el momento de organizar desde abajo estas energías, en torno al rechazo, e iniciar acciones comunes por todas nuestras justas y necesarias reivindicaciones, en defensa del salario y la universidad pública.
Así lo muestra la historia reciente. En 2005, con una gran movilización, conquistamos el blanqueo y el incremento salarial. En 2019, la cláusula gatillo para defender nuestro poder adquisitivo. En ambos casos, las burocracias sindicales habían entregado nuestras conquistas con sumas en “negro”.
Retomemos ese camino: repudiemos el acta infame del 7 por ciento con actos, asambleas y jornadas de protesta. Es imperiosa la realización de un congreso de toda la docencia que haya rechazado esta rebaja salarial para impedir salarios debajo de la canasta familiar, por el pago de los gastos que nos produce la virtualización, por el cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo, la estabilidad laboral, el salario para los ad honorem y la defensa de las obras sociales universitarias.