Arrancó la primera semana de paro en las 57 universidades nacionales
Por Antonio Rosselló, candidato a secretario general de la Conadu Histórica por la lista Multicolor
La crisis universitaria es el marco donde se desenvuelve hoy la lucha en los laboratorios, escuelas, talleres y cátedras contra el acuerdo de Macri-FMI. El gobierno nacional ha provocado un feroz ajuste en las universidades públicas comparable con el robo de los 100 mil millones que se produjo en diciembre.
Al día de hoy se adeudan a las universidades estatales cuatro meses de gastos ya devengados (desde la luz y el gas hasta las becas estudiantiles, pasando por los insumos de los hospitales universitarios de todo el país). A esto se suma que en el mes de marzo, previo al acuerdo con el FMI, y ante la crisis que se avecinaba, la Secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tabella, anunció la parálisis de todas las obras de infraestructura (incluidas las que tenían licitación aprobada, asignación presupuestaria y créditos internacionales para su realización), lo que ha llevado, obviamente, al colapso de la infraestructura como se advierte en todos los niveles educativos y en particular en la provincia de Buenos Aires, donde se produjeron los crímenes de Sandra y Rubén. En el caso de las universidades se ha llegado al colmo que, con la primera “invernada” se tuvo que reducir el horario de atención a estudiantes, docentes y no docentes en la ciudad de Neuquén por no realizarse las conexiones de gas… ¡a pocos kilómetros de Vaca Muerta!
Esta situación de parálisis se agrava respecto a los salarios, que insumen el 90% del presupuesto universitario. Los docentes y no docentes de todo el sistema hemos recibido desde noviembre de 2017 apenas un 5 y 6% respectivamente de aumento en el mes de mayo, frente a una inflación acumulada para ese período de más del 20%. Un ahorro fenomenal para las finanzas públicas, un ajuste brutal sobre los trabajadores y la educación.
La bronca y el hartazgo de la docencia se mostraron ya en el primer cuatrimestre cuando desde la Conadu Histórica se realizaron 19 días de paro. Pero esta situación de asfixia permanente ha llevado a las burocracias sindicales (Conadu Yasky, Fedun Ricci, Ctera) a 48 horas y hasta una semana de paro a efectos de contener esta bronca que viene desde las bases.
Los rectores también han tenido que hacer algunos movimientos elevando notas de protesta o sacando declaraciones plenamente inútiles. Es lógico. Ni el ex ministro de De la Rúa Juri ni el ex viceministro de CFK Perczick, ambos autoridades actuales del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), han llamado a la movilización general de los claustros en defensa de la universidad estatal a cien años de la reforma. Todo lo contrario. Son los autores del régimen de Trayectorias Académicas, que iguala a las universidades estatales con las privadas, y quienes promocionaron la resolución 1.254, que devalúa nuestros títulos.
Por su parte, la FATUN (no docentes) solo ha declarado el alerta y movilización frente a una paritaria del 15% que ya firmaron en abril.
Como vemos la situación objetiva es la que ha impulsado que el paro de los 190 mil docentes haya alcanzado en su primer día, casi el 100% de adhesión. Un parazo que no se veía desde las huelgas de 2005. La tarea es darle continuidad y superar los operativos de contención que harán tanto las burocracias sindicales como las patronales universitarias.
Sostengamos el paro durante esta semana y votemos masivamente en las asambleas, en cada lugar de trabajo y en cada sindicato de base la continuidad de la medida la semana próxima. Por nuevos congresos y plenarios, que con mandato de base evalúen la continuidad y la modalidad de un plan de lucha para derrotar a Lagarde, Macri y los rectores en las universidades estatales.
Vamos por la ampliación del presupuesto. Vamos por el 30% con cláusula gatillo. Vamos por la defensa de nuestro 82% móvil.