Ahora a luchar por su efectivo cumplimiento.
Se aprobó el cupo laboral travesti-transexual-transgénero en la UNLu
Por Patricio Grande (secretario adjunto y paritario por la minoría de la Adunlu)
En la jornada del 15 de octubre se aprobó por unanimidad en el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Luján (UNLu) el proyecto de cupo laboral para personas travestis, transexuales y transgénero. Esta medida alcanza tanto al personal docente y como no docente.
El artículo primero del proyecto recientemente aprobado establece que “en la Universidad Nacional de Luján los cargos de personal deberán ser ocupados en una proporción no inferior al uno por ciento (1%) de la totalidad de los mismos por personas travestis, transexuales y transgénero que al ingreso reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo. Dicho porcentaje deberá ser asignado a las mencionadas personas en cualquiera de las modalidades de contratación vigentes. A los fines de garantizar el cumplimiento del cupo previsto en el párrafo anterior, se deberán establecer reservas de puestos de trabajo a ser ocupados exclusivamente por personas travestis, transexuales o transgénero (…)”.
Se trata de una conquista histórica del movimiento LGBT+ que viene desde hace décadas organizándose y luchando en las calles por la conquista e implementación de este derecho. El cupo laboral es uno de los reclamos más urgentes del movimiento transexual, transgénero y travesti (TTT), cuya situación de discriminación, vulnerabilidad y criminalización es histórica. El colectivo TTT se encuentra en una situación crítica, con la enorme mayoría sin empleo registrado y un el patrón estructural de desigualdad que perpetúa la exclusión de esta población que tiene una expectativa de vida de entre treinta y cinco (35) y cuarenta (40) años aproximadamente.
Junto a universidades nacionales como Comahue (UNCo) y Tierra del Fuego (UNTF), la UNLu es una de las primeras casas de altos estudios donde el cupo laboral travesti-transexual-transgénero alcanza también al claustro Docente –conformado en la actualidad por una planta cercana a los 1.800 docentes.
Luego de este gran paso adelante, en el sindicato docente Adunlu debemos avanzar en su rápida y efectiva implementación a través de un trabajo colectivo en las asambleas, la comisión directiva y la paritaria local.
Por último, en todo el país es fundamental profundizar el movimiento de lucha estudiantil, docente y no docente para que, junto al colectivo LGBTTTI+, este derecho básico se materialice en la totalidad de las universidades nacionales y en todas las dependencias estatales.
¡Arriba quienes luchan!