Fuera la auditoria
Apertura de los libros de las universidades y de sus fundaciones
Por Agrupación Naranja
Urgente aumento de presupuesto y salarios
La Nación editorializó el pasado martes 13 de febrero sobre una resolución –decreto mediante– del gobierno sobre auditar las cuentas de las Universidades Nacionales y la oposición de los rectores a que estas auditorías externas sean realizadas. El planteo tiene como base la triangulación a través de las UUNN y que diera lugar a sospechas de corrupción como los casos de las producciones televisivas. Esto es parte de una ofensiva que vino precedida por una nota en el mismo periódico firmado por la periodista Maia Jastreblansky.
Ambos escritos dan cuenta de que el Estado Nacional puso límites a los convenios de consultoría, auditoria e investigación y que “... no pueden ser proveedoras de bienes y, mucho menos, de obras públicas...”.
Queda claro que es una ofensiva contra la educación superior, cuando el diario pone en boca de funcionarios que “Las universidades tienen un presupuesto gigante...”, siendo que el presupuesto universitario, votado por Cambiemos y sus aliados de la oposición, fue sometido a un brutal ajuste; presupuesto que en un 90% va a parar a sueldos, el resto solo puede servir para pagar servicios y ni siquiera para eso alcanza. Claro está que el presupuesto deja de lado la investigación y la extensión entendidas en beneficio para la población.
Con esta magro presupuesto lo único que queda por auditar es la designación de personal y esto se hará hacia la baja con la designación por fuera del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) con salarios más bajos aún, es decir: la aplicación directa del Pacto con el FMI que exige la liquidación de la legislación laboral con la precarización absoluta de los trabajadores. Los supuestos ahorros obtenidos por esta vía irán a pagar la Deuda Externa.
La “oposición” de los rectores, que convalidaron ese presupuesto, es solo el contrapunto previo a la capitulación directa y acompañamiento a este planteo oficial. El argumento de la autonomía en boca de quienes aceptan la CONEAU que liquida por completo la libertad de cátedra y homogeneiza hacia la baja los planes de estudio es, cuanto menos, risible; pero esta risa se acaba cuando vemos que el mismo argumento de autonomía se aplica en contra de la aplicación del CCT docente y que el CIN no reclama presupuesto para su aplicación. Más aún: el CIN operó en contra de la huelga docente del 2019 favoreciendo la política de ajuste ejecutada por este gobierno.
Ni el CIN ni los rectores ni mucho menos el ejecutivo nacional están en condiciones de mencionar siquiera el problema de la transparencia en el uso del dinero público, atravesados como están por las denuncias cruzadas por corrupción haciendo pesar el refrán de “que no hay un manco para atar un arisco”.
Los trabajadores docentes debemos reclamar la apertura de todos los libros de las UUNN y de las facultades, así como de las fundaciones por la que circula el dinero extra de acuerdos con empresas y el Estado. Debatir en Asamblea un plan de lucha por el aumento urgente del presupuesto, así como la recomposición salarial inmediata del 25% antes del inicio de la paritaria, exigir la aplicación irrestricta del CCT y el presupuesto necesario para sostenerlo. Rechacemos la injerencia de la CONEAU y exijamos la anulación de la LES y las resoluciones 1870/16 y 1245/18.
Agrupación Naranja de Docentes e Investigadores Universitarios