Contra Scioli-Barbieri y Macri-Bullrich, en defensa de la educación. VOTEMOS EN BLANCO
Por Agrupación Naranja de docentes Universitarios Sociales
La elección del domingo 25 de octubre ha dejado la sucesión presidencial entre dos opciones: Scioli o Macri. Como toda “segunda vuelta”, quieren someternos a una extorsión política. A que votemos a Scioli, contra el derechista Macri. A que votemos a Macri, contra la “prepotencia oficialista”. Pero el kirchnerismo, que nos llama a votar “contra la derecha”, se ha apropiado él mismo del programa de la derecha. Por eso, Scioli nomina para su gabinete a economistas del FMI, junto al represor Berni. Y el macrismo, que se acordó ahora de la patota, armó él mismo sus patotas y persecuciones contra cualquier trabajador que, en la Ciudad de Buenos Aires, pretende defender sus derechos.
Con Scioli o con Macri, la ‘salida’ a la crisis nacional que deja el kirchnerismo es la misma: un arreglo con los usureros internacionales, para agravar el endeudamiento del país; un tarifazo, promoviendo el rescate de los monopolios petroleros y las privatizadas a costa del bolsillo de los trabajadores y una devaluación, para salvar a los monopolios exportadores a costa del salario y las jubilaciones. Ambos buscan unificar a la burocracia sindical para que los acompañe para garantizar “la paz social”.
Scioli y Macri reclaman nuestro voto con un solo objetivo: que el ajuste que preparan para después de diciembre se encuentre “bendecido” por el voto popular.
Los trabajadores docentes ante el balotaje
Scioli y Macri no pueden sorprendernos con promesas sobre educación. Sus ministros ponen a luz que pretenden avanzar sobre los logros y las conquistas históricas de los trabajadores de la educación. Scioli lleva a Barbieri como su ministro, quien se niega a aplicar el Convenio Colectivo de Trabajo en la UBA y la ley Nacional Jubilatoria; de tal modo que avaló las cesantías compulsivas de cientos de docentes. En lo que va del último año, Barbieri intentó despedir docentes del CBC y se niega sistemáticamente al reconocimiento de los becarios como trabajadores de la educación. Todas estas medidas han sido resistidas por la AGD-UBA, junto a docentes, becarios y el movimiento estudiantil; logrando poner un freno y lograr victorias considerables para la educación pública.
Barbieri, como rector de la UBA, ha gestionado e incrementado los negocios empresariales de la universidad. Sólo en la Fac. de Cs Económicas, de donde proviene, la venta de posgrados arancelados y servicios de toda índole genera recursos millonarios que triplican el presupuesto estatal y sin embargo más de 3000 docentes -el 70% de la planta- trabajan en Económicas gratuitamente ("ad honorem"). Barbieri gobernó el rectorado de la mano de un exSIDE, Darío Richarte, que presentó su renuncia luego de insistentes denuncias y una lucha dada por la AGD y la FUBA.
En el caso del macrista Bullrich, las cosas no mejoran. El ministerio de educación de la ciudad dio muestras de una reiterada reducción en el presupuesto de infraestructura condenando a la escuela pública al derrumbe edilicio, a los bajos salarios y la degradación de sus contenidos mediante la NES. Ante los inconvenientes sociales que ingresan a las aulas de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno macrista y el ministro del Opus Dei separan a los docentes, les realizan sumarios y culpabilizan a los docentes de responsabilidades propias del Estado. El caso resonante de las docentes del barrio de Flores puso en evidencia este modo de operar así como el desmantelamiento en el que se encuentran los Equipos de Orientación Escolar (EOE).
En definitiva, ambas propuestas políticas promueven la llamada “calidad educativa” como latiguillo para aislar y sustraer a la educación de las relaciones sociales que la circundan. Signadas por la descomposición y por la barbarie social que atraviesan las instituciones educativas, la familia y el trabajo.
Ambos proyectos promueven la “educación continua”, que proviene del BM, de la OEI y de la OCDE también llamada “educación permanente”. Promoviendo el dictado de contenidos empíricos y de vigencia momentánea que subordinan la educación a las necesidades cambiantes del mercado. Las carreras de grado se abrevian y se promueven cursos especializados o posgrados, todos de carácter pago. Como dice la OEI , se promueve que el estudiante aprenda a gestionar su aprendizaje para lograr uno de los objetivos de ambos proyectos políticos: “aprender a aprender”.
Toda esta mirada común sobre los objetivos de la educación apunta a instituir el salario por mérito, siendo estos méritos los resultados que surjan de las evaluaciones docentes cuyos indicadores son configurados por los organismos multilaterales de crédito y de comercio.
Ambos, Scioli y Macri, sientan en el banquillo a los docentes y se autoabsuelven del derrumbe que ellos promueven. El régimen social ni siquiera puede garantizar la educación libre, laica y científica para su población trabajadora. Estamos ante un declive del conocimiento y de la cultura.
Desde la agrupación Naranja entendemos que la defensa de la educación, pública, laica, gratuita, científica; de calidad, no proviene de quienes la han gestionado hasta el momento. El voto en blanco es el rechazo al régimen vigente. Como se desprende, las divergencias de discursos no inválida que ambos se han propuesto avanzar en una agenda de ataque a las conquistas de los trabajadores y a la adaptación de la educación al mercado laboral, que profundiza su precarización. No hay voto útil, o mal menor, entre uno u otro.
El voto en blanco es un voto que expresa a todos aquellos que se niegan a pagar una crisis no generada por el pueblo trabajador sino por los grandes empresarios, banqueros y especuladores de toda calaña. Votar en blanco es el primer paso de resistencia a las condiciones que se pretenden imponer en el período inmediato, es por eso el verdadero “voto útil”.
Cada voto en blanco será un pronunciamiento contra el ajuste que preparan unos y otros. Cada voto en blanco preparará, con más fuerza, la lucha de los trabajadores contra los ajustadores. Por un salario igual a la canasta familiar, por el 82% móvil, contra el ajuste y los tarifazos, por la prohibición de despidos y suspensiones, por el repudio de la deuda usuraria. Por la estabilidad docente, por la aplicación del CCT en la UBA, por el aumento del presupuesto en educación, por el reconocimiento de derechos laborales para los becarios. La Agrupación Naranja llama a los docentes a votar en blanco contra el régimen que se nos pretende imponer.
Vamos por la reorganización económica y social del país bajo la dirección de los trabajadores.