En estas semanas se deciden los salarios de todos nosotros para 2021. Se deciden, en consecuencia, nuestras condiciones materiales de vida y de trabajo para este año.

Después de un mes de vencida la paritaria no hubo a la fecha ninguna convocatoria a la Mesa Nacional de Negociación Salarial del sector universitario. Pero el gobierno nacional ya adelantó una respuesta negativa a la inclusión de la cláusula gatillo.

Cuando el Banco Central plantea que la inflación va a ser superior al 48% no protegernos contra la inflación sólo implica más pérdida salarial. Con el gobierno de Macri perdimos el 10,38% y con el gobierno de Fernández un 22%. Llevamos acumulados en cuatro años una pérdida del 34% acumulado.

La lucha por no tener ningún docente por debajo de la línea de pobreza es la tarea de la hora.

Este es el planteo central por el que la Agrupación Naranja llama a la docencia de todo el país, agrupada en cualquier federación e incluso la no sindicalizada, a adherir al paro nacional de 48 hs., del martes 6 y miércoles 7 de abril en todos los lugares de trabajo, cátedras, talleres, laboratorios y colegios.

La lucha no va a ser sencilla y por eso creemos que debemos preparar este paro dándole la máxima difusión, pero sobre todo la máxima organización invitando a todas las compañeras y compañeros a sumarse a la huelga y a deliberar en asambleas.

En estas asambleas, de no mediar ninguna respuesta satisfactoria a nuestros reclamos, debemos plantear la continuidad y profundización del plan de lucha, ya que es la única herramienta con la que contamos los trabajadores para defender nuestros ingresos y las condiciones de trabajo. Asimismo, significa la defensa de la universidad pública, ya que el salario de los docentes y no docentes representa más del 90% del presupuesto universitario.

La Conadu y la Fedun, frente a la falta de convocatoria a la Mesa de Negociación, se han limitado a enviar notas al ministro Trotta pidiendo una urgente reunión. Ese camino es no sólo insuficiente, sino que se transforma en cómplice de los techos salariales que quiere imponer el gobierno y que parten del 29%. La Ctera, que participa de nuestra paritaria, ha puesto un techo a los salarios a las y los docentes de los restantes niveles educativos. En este caso, los números son claros: la garantía salarial acordada por Ctera y también por UDA (otro de los firmantes de nuestra paritaria) de $31.500 para el cargo testigo, frente a una línea de pobreza que para este mes de marzo alcanza los $60.000. Más claro que el agua.

El 35% que reclama la Conadu, en tres cuotas y con una revisión en septiembre, es el mismo recorte, pero con otro maquillaje. Es decir, mantener los sueldos docentes como sueldos de pobreza e incluso de indigencia. Cuando el básico de bolsillo del cargo testigo de la docencia universitaria (ayudante con dedicación semiexclusiva) es para este mes de marzo de $20.000.

Por su parte, el reclamo de la Conadu Histórica, que es la federación que ha convocado al paro, es limitado. La “recuperación del 20% perdido en la paritaria anterior hasta marzo de 2021” no sólo no incluye lo perdido bajo Macri (10,38%) sino que nos mantiene debajo de la línea de pobreza. Por todo eso, la Agrupación Naranja para toda la docencia un 50% de incremento, con cláusula gatillo, en camino a la media canasta familiar. Y $3000 mensuales como reconocimiento por gasto de conectividad. Esta última reivindicación es directamente negada por la Conadu. Y, si bien la levanta la Conadu Histórica, no fija una suma concreta al reclamo.

El pliego salarial se complementa con la designación con renta de la docencia ad honorem, el pase a planta de contratados y monotributistas, la reformulación del escalafón de los preuniversitarios y las promociones de ayudante de primera a JTP.

Todas y todos al paro nacional de 48hs del 6 y 7 de abril. Ningún docente por debajo de la línea de pobreza. Asambleas en todas las universidades. Si no hay respuesta salarial, continuidad del plan de lucha.

AGRUPACIÓN NACIONAL NARANJA