Tras el veto, la lucha universitaria pegó un salto con la irrupción del movimiento estudiantil que multiplicó las tomas en todo el país y desparramó clases públicas en escalinatas, pasillos, avenidas, y plazas. Frente a este nuevo curso, la asamblea de AGD votó la realización de una jornada de clases públicas en Plaza de Mayo, que no solo superó el mal pronóstico climático –¡hubo un día perfecto!– sino que también abrió un canal para que se exprese la voluntad de lucha. Se superó así el carácter desmovilizador que las burocracias sindicales le imprimieron al paro de 48 horas de esta semana y a la acción alternativa que convocaron en Plaza Congreso –escapándole al centro del poder político como a la peste– y que postergaron por amenaza de lluvia.  

Hubo más de 120 clases públicas, que comprometieron a más del doble de docentes e investigadores de prácticamente todas las facultades, colegios y sedes del CBC. Hubo charlas sobre jubilaciones y sobre la economía en tiempos de Milei, presentaciones de libros, una feria de ciencias, varias performances, la realización de una gran asamblea de no docentes de Sociales y Exactas, entre otras iniciativas. En definitiva, tomamos la Plaza de Mayo para poner en pie allí una gran universidad pública y abierta.

Hasta pudimos saludar al presidente, que se asomó al balcón de la Casa Rosada, con el canto más popular de estas semanas: “universidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”. Un regalo de cumpleaños merecido a quien ha convertido a las universidades y al sistema científico en blanco de un ajuste catastrófico y de un ataque político permanente. Ahora se suma la conformación de listas negras, propuesta de un diputado de La Libertad Avanza.

A seguirla
Desde la Agrupación Nacional Naranja llamamos a seguirla contra todos los intentos de clausurar las acciones de protesta y movilización por parte de rectores, burocracias docentes y estudiantiles. Ni una nueva maniobra para parlamentarizar la lucha –en el debate por el presupuesto– ni el deja vu de “hay 2025” en el terreno electoral. La lucha sigue siendo ahora. Esto, cuando el movimiento estudiantil defiende sus tomas frente a los liberfachos que les tiran gas pero también frente a las gestiones y las direcciones de centros morados que repiten su cantinela de que la lucha es en las aulas; cuando el movimiento docente protagonizó y asistió a esta jornada de clases públicas que reventó la plaza.

Este viernes se realizarán simultáneamente los plenarios de secretarios generales de la Conadu Histórica y Conadu. Vamos a plantear la necesidad de convocar a un congreso de delegados con mandato de todas las asociaciones que integran las federaciones, que estén dispuestos a seguir la lucha en la perspectiva de la huelga universitaria. Vamos a plantear la urgencia de la tercera marcha universitaria. Habiendo agotado las estaciones intermedias –Pizurno, Congreso–, esa marcha debe dirigirse a la Plaza de Mayo para llevar nuestro pliego de reivindicaciones y la defensa incondicional de la universidad pública y gratuita.

Por la confluencia con todos los sectores en lucha –como ayer lo hicimos con esa extraordinaria marcha de la salud encabezada por el Garrahan. Por un paro general y un plan de lucha en todo el país que las centrales sindicales se niegan a convocar.

Viva la lucha universitaria. Vivan las luchas en curso para derrotar al gobierno de Milei.