Elecciones en AGD UBA: defendamos el sindicato clasista que supimos construir
Por Ileana Celotto (Candidata a la reelección como Secretaria General de AGD)
En la semana del 5 al 9 de junio se realizarán nuevas elecciones de mesa ejecutiva y de 15 comisiones internas de facultades y colegios preuniversitarios de la UBA. La elección implica una gran movilización del gremio, con 137 urnas en distintos días y mesas que se abrirán en todas las sedes de la UBA incluso la de Tilcara (Filosofía y Letras). La idea es la más amplia participación de afiliados y fortalecer al sindicato que se ha ganado un lugar entre la docencia de la UBA como única e indiscutible organizador de todos los procesos genuinos que se dieron por los derechos de los docentes. Desde la pelea para terminar con el trabajo gratuito (hay alrededor de 10.000 ad honorem en la UBA), pasando por el no al cese – respeto a la ley nacional jubilatoria de docentes universitarios, hasta los reclamos de los becarios y la batalla por la aplicación del convenio colectivo de trabajo. Así, AGD que surgió desde la organización de base en algunas pocas facultades, fue creciendo en clara delimitación con las burocracias sindicales docentes, logró ampliarse año a año hasta los 4.700 afiliados de hoy, distribuidos en todas las unidades y colegios de la UBA.
Todas estas cuestiones son las que nos diferencian de los otros sindicatos docentes en UBA. Hoy queda más claro que nunca que ADUBA es el sindicato del rectorado, no importa quien ocupe el sillón de rector, actuando siempre como cuña de los intereses patronales entre la docencia. El otro sindicato, Feduba, también atado a gestiones, en este caso kirchneristas, a partir de las cuales fue creado hace un par de años, siendo su base de afiliación política.
AGD formó parte de un pequeño grupo de comisiones internas, cuerpos de delegados y sindicatos que, allá por el año 2000, en tiempos del Argentinazo, dieron los primeros pasos en la recuperación para los trabajadores de los sindicatos como herramienta de frente único para luchar por sus derechos y por lo tanto de un nuevo comienzo de sindicatos clasistas en la Argentina. Efectivamente AGD-UBA surge en oposición a la burocracia sindical, independiente de los gobiernos patronales, sus ministerios y las gestiones universitarias. Debutamos en las calles el 19 y 20 de diciembre, junto a los protagonistas de la rebelión popular. Las características clasistas de la AGD estuvieron defendidas desde entonces por su dirección fundadora, la Naranja y todo un sector de luchadores independientes- entre ellos la entrañable compañera Adriana Calvo -, a la que se fueron sumando, en distintos períodos de su historia otras agrupaciones. Ya desde hace dos periodos la lista que dirige AGD está integrada con mayoría de la Naranja (CSC/PO) y por la corriente René Salamanca, que ocupa el cargo de Adjunto y una secretaría.
Qué está en juego en estas próximas elecciones
En el centro de este proceso electoral se encuentra nada menos que la independencia de los gobiernos universitarios. Que AGD siga teniendo las manos libres para continuar organizando a los docentes en defensa del salario y del conjunto del programa de reivindicaciones votado en nuestras asambleas.
¿Por qué planteamos esto? Tal como viene sucediendo en las últimas elecciones, tanto para la dirección del sindicato como para algunas comisiones internas, nuevamente se presenta una lista opositora, antes llamada Docentes por el Cambio y que este año, tras su división, pasó a llamarse “Movimiento Docente 73” y sólo responde a Patria Grande.
En los últimos años, Patria Grande abandonó definitivamente sus postulados autonomistas y pretendidamente “basistas” para subordinarse a las direcciones kirchneristas y la Iglesia, sin retorno al campo de la izquierda y de la defensa de organizaciones independientes. Este paso quedó sellado en el 2015, en las últimas elecciones del claustro estudiantil para el Consejo Superior, donde La Mella, agrupación estudiantil de Patria Grande, rompe la alianza de izquierda para aliarse a La Cámpora. A partir de ese momento toda la línea de su intervención en el movimiento estudiantil, y no sólo de la UBA, reafirmó este nuevo camino. Por supuesto que no sólo se expresó en estudiantes o en la visita de uno de sus principales dirigentes políticos, Itaí Hagman, al Papa Francisco. En su intervención en docentes también han mostrado la unidad con corrientes kirchneristas y gestiones autodenominadas progresistas. En la huelga docente 2016 actuaron frenando la lucha atrás de las posiciones de ese sector, co-responsable de la crisis educativa. Al igual que cuando intentaron impedir la gran marcha educativa del 12/5, -lo que se repitió este año- para que no fuera a Plaza de Mayo. También a lo largo de todo el conflicto de becarios e investigadores, actuaron subordinando la genuina pelea contra los despidos a la lucha ideológica planteada por quienes todo lo condicionan a las urnas del 2019 y el “volveremos”.
En las elecciones pasadas de AGD, hace 3 años, este derrotero ya estaba anunciado. Funcionarios de gestiones de Filo y Sociales enviaban afiliados de Feduba a votar por la lista que integraba PG. En estos años la participación de PG y la Mella con Feduba se profundizó. Es decir que esta lista es hoy correa de trasmisión de la burocracia sindical rival, al interior de AGD.
Votá por más Unidad Docente
Desde la Naranja trabajamos para ampliar Unidad Docente, a la que ahora se integró la Brecha/el Cauce, quienes rompieron su alianza con Patria Grande. Estamos en las mejores condiciones para la batalla que se viene: reafirmar una AGD independiente y de lucha. Fundamental para enfrentar, no sólo el ajuste del gobierno nacional sobre la universidad y sus trabajadores sino también la mayor mercantilización que se viene con la reforma del sistema educativo, aplaudida, al igual que pasa con los gobernadores y el ajuste, por los rectores de todos los signos políticos. Luchemos por una gran victoria, a la altura de la historia de AGD.