El martes 14 se reunió el Congreso de la Conadu Histórica para tratar la propuesta paritaria del gobierno: un 41% hasta marzo de 2023 y con una “revisión” en septiembre de este año. La pauta Moroni para todos los trabajadores. Condenando a los 190.000 trabajadoras y trabajadores de la docencia a salarios de pobreza. El rechazo a la miseria salarial se impuso por 53 a 39 votos de congresales con mandato de 26 sindicatos de base de la Federación.

Hoy el salario del cargo testigo apenas llega a $50.000, por debajo de la línea de pobreza. Asimismo se nos quitó el bono de conectividad de $2.000 cuando en todo el país se siguen dando clases virtuales.

La Multicolor, que encabeza nuestro compañero Antonio Rosselló de la Agrupación Naranja, realizó una campaña nacional contra esta nueva reducción salarial. Por su parte, la actual dirección de la Conadu Histórica (PCR-degeneranismo) llegó a expresar por alguno de sus referentes que esta era la mejor oferta que realzó el gobierno de Alberto (sic). El mismo gobierno que nos desconoció la cláusula gatillo nos dio un bonito de $2.500 a fines de 2021.

El debate en el congreso dejó en claro que quienes sostenían la firma del acuerdo no tenían ningún argumento. Algunos hablaban de reapertura de la paritaria en septiembre, cosa que no está en el acta, la mayoría ocultaba la imposibilidad siquiera de llevar una contrapropuesta

Por el lado de los delegados de la Multicolor se dejó en claro que este es un acuerdo marcado por el FMI que se complementa con un salario mínimo de indigencia y la destrucción del sistema jubilatorio.

El acuerdo fue suscripto por las burocracias sindicales de la Conadu-Fedun-Ctera-UDA-Fagdut con la particularidad de que universidades muy importantes como Córdoba y Rosario se opusieron.

Llamamos a toda la docencia a deliberar para terminar con los salarios de pobreza. Un hito en ese trabajo de organización se dará entre el 30 de marzo y el 6 de abril en las elecciones para Mesa Ejecutiva de Conadu Histórica. Votemos masivamente por la Lista Multicolor, la única garantía de tener una Federación independiente de todos los gobiernos y todos los rectores para defender nuestro salario y una universidad al servicio de la mayoría popular.