Según el decreto presidencial, el bono de fin de año será en cuotas y no remunerativo, se cobra por única vez (no va al salario), se puede descontar de los aumentos suscriptos en estos últimos meses en las revisiones de las paritarias o de los que se suscriban de aquí en más.

También puede descontarse de cualquier aumento que los empleadores hubiesen otorgado unilateralmente en el curso de este año. Además, un alto porcentaje de los trabajadores registrados del sector privado, a los que teóricamente iba dirigido, pueden no cobrarlo si sus empleadores apelan al recurso preventivo de crisis.

Llovido sobre mojado, una gran cantidad de trabajadores ni siquiera lo cobrarán, como sucede con los docentes de las universidades nacionales y los becarios del CONICET. O el 30% de trabajadores que están “en negro” en todo el país.

Una verdadera estafa.

Mediante este mecanismo, el gobierno de Macri y la CGT buscan enterrar la reapertura de las paritarias y el paro de 36 horas, con movilización, que igualmente nunca estuvo confirmado. Esto, cuando prácticamente ninguna de las paritarias firmadas y las pocas “revisadas” alcanzan la inflación estimada para este año, que estará entre el 45 y el 50%.

Estatales

En el caso de los trabajadores estatales de Nación, UPCN firmó un acuerdo de bono similar ($5.000 en cuotas y por única vez) y un aumento del 5% en enero y 5% en febrero sobre los salarios, que se suman al miserable 15% en 3 cuotas suscripto anteriormente. Sumado, la paritaria da un 25% para todo el año, la mitad de la inflación estimada y muy por detrás del 70% de tasas de intereses que remunera el gobierno a los especuladores de la Leliq. El aumento discrimina a los trabajadores de las empresas del Estado, como Aerolíneas, Austral y Aysa.

No cobrarán el bono los docentes y estatales provinciales y municipales, Lifschitz sostiene a rajatablas con esta negativa el “déficit 0” del Pacto Fiscal que suscribió junto con 23 gobernadores, incluida Alicia Kirchner en Santa Cruz, la piedra basal del Presupuesto 2019 echo a medida del FMI.

Docentes universitarios e investigadores

Luego de la huelga universitaria por el salario y la rebelión educativa contra el recorte del Presupuesto para las universidades públicas, la burocracia de Conadu terminó firmando un aumento del salario a la baja (24%), reintroduciendo sumas en “gris” –un fuerte retroceso luego de la gran lucha que dimos por el reconocimiento del convenio colectivo de trabajo- y que dejó por fuera a los docentes Ad Honorem, que siguen sin cobrar pese a su indiscutible labor académica.

Ahora, docentes, becarios e investigadores se ven nuevamente atacados por el gobierno nacional, que ahora simple y llanamente los discrimina dejándolos sin cobrar este bono anti-paritario, pero que muchas y muchos necesitan como un paliativo inmediato frente a una situación económica insostenible. Tenemos que salir a decir ¡Basta!

Paro activo de 36 horas y plan de lucha por la reapertura de las paritarias

A cambio de este bono en negro, pagadero en cuotas y de dudoso cumplimiento, la burocracia de la CGT liquidó el llamado a un paro. En Conicet las variantes burocráticas nos dividen con acciones parciales y aisladas, por una parte ATE-CTA A llaman a una acción cuasi simbólica este miércoles 14/11 contra el Presupuesto que se trata en el Senado, mientras que Conadu K llama a parar y movilizar el 16 para lavarse la cara luego de haber firmado hace nada una paritaria a la baja, pese a la oposición de la base docente.

Necesitamos una asamblea del conjunto de los trabajadores del CONICET que exija el paro activo y plan de lucha por la reapertura de las paritarias y un 45% de aumento, con cláusula gatillo. En este marco, exigimos un aumento de emergencia para el conjunto del personal del CONICET de $10.000, como un paliativo del deterioro salarial de 2018.

¡Unidad de los trabajadores!