23 de abril: las universidades van a la Plaza de Mayo

23 de abril: las universidades van a la Plaza de Mayo

Abril 16, 2024 - 11:30

Por Ileana Celotto y Santiago Gándara

Tras una nueva jornada el miércoles 10 y jueves 11 de paro y clases públicas convocado por Conadu Histórica y acompañada con acciones por las demás federaciones de la docencia universitaria, el Frente Sindical de Universidades Nacionales -que nuclea a todas las federaciones docentes, no docente y estudiantil, además del Consejo Interuniversitario Nacional- resolvió la convocatoria a una marcha nacional y federal el próximo martes 23 de abril, que tendrá su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, de Congreso a Plaza de Mayo, a las 15:30 hs. Una movilización a la plaza del poder político que será masiva, como una gigantesca clase pública para parar al gobierno de Milei.

 

El movimiento universitario se pone de pie

Docentes, estudiantes y no docentes estamos sufriendo uno de los mayores ataques de las últimas décadas a las universidades: brutal ajuste salarial –un 37,07% frente al 90% de la inflación de diciembre a marzo, que se suma a la pérdida ya acumulada de períodos anteriores-, congelamiento presupuestario –con fondos que apenas cubrirán los gastos de funcionamiento hasta mayo- y un ataque macartista y persecutorio que remite a los años de la dictadura.

Las primeras respuestas a esta ofensiva se empezaron a manifestar con el paro del 14 de marzo y el 4 de abril, los banderazos, el abrazo a las universidades, actos en los rectorados, cacerolazos, ruidazos y las primeras clases públicas. Pero fue el paro de 48 horas del miércoles 10 y jueves 11, de la Conadu Histórica –convocado como jornada por la Conadu, Fedun y Ctera- el que sacudió a las universidades en todo el país. Se empezaba a poner en las calles aquello que desde la Agrupación Naranja Nacional planteamos tempranamente como la necesidad de poner en pie un movimiento de lucha de la docencia, los no docentes y el estudiantado para derrotar la ofensiva reaccionaria y ajustadora del gobierno de Milei.

En la UBA, la AGD promovió acciones de frente único en cada facultad y colegio preuniversitario para realizar centenares de clases públicas con cortes de calle en los alrededores de las facultades de Filosofía y Sociales, en las entradas y plazas cercanas como en Psicología, Medicina, Agro y Vete, Exactas, Ingeniería, Farmacia CBC o en las escalinatas de Derecho y ruidazos en Fadu. En los colegios, donde no está la posibilidad de sacar los adolescentes a la calle, el paro fue casi total y hacia el fin de la jornada, en el Pelle y en el Buenos Aires, se realizaron Cartelazos en los que participó toda la comunidad educativa, incluso los padres y madres de los estudiantes. También hubo en relación a otras convocatorias una cantidad muy grande de docentes que decidieron parar sin acciones de visibilización.

 

Ahora es cuando

La respuesta de docentes, estudiantes y no docentes, que va creciendo en extensión e intensidad en todo el país, demuestra que la tesis de que hay que esperar el tiempo del desgaste del gobierno del liberfacho está equivocada. No es posible fabular el “hay 2025 o 2027” cuando nuestros salarios no llegan a fin de mes y cuando el presupuesto universitario tiene fecha de vencimiento: mayo o junio de este año. Esa es la primera conclusión de lucha durante la semana pasada.

Una segunda conclusión es la importancia del método de frente único de lucha. La Naranja lo viene impulsando en todo el país desde el año pasado con la iniciativa de constituir Cabildos Abiertos en defensa de la universidad, como los convocados por AGD-UBA. Y lo planteamos en cada facultad con los centros, las distintas agrupaciones estudiantiles y con otros sindicatos y federaciones que estén dispuestos a dar pelea y ahora se suman a ella.

El 23 también es convocado por los rectores y las autoridades de cada unidad académica. Bienvenidos a la pelea por el presupuesto. Pero tengamos bien en claro que son los mismos que junto a sus gobiernos han mantenido la Ley de Educación Superior vigente, estatutos antidemocráticos con limitaciones del cogobierno, recortes a las leyes conquistadas por el movimiento docente o a la aplicación del convenio colectivo de trabajo. Incluso puertas adentro de cada universidad vienen ejecutando ajustes y recortes. La defensa del salario, de los derechos de los trabajadores docentes y no docentes y de los estudiantes, que son nuestras banderas de lucha, solo serán defendidas consecuentemente por las organizaciones de trabajadores y estudiantes que venimos peleando por ellas.

La tercera conclusión es que no hay un movimiento estudiantil de derecha, seducido por el libertarismo. A poco que las organizaciones sindicales docentes, pero sobre todo las estudiantiles, comienzan a convocar a acciones concretas –clases públicas, asambleas, abrazos, ruidazos, etc., el movimiento estudiantil encuentra un camino de intervención y su debut callejero. Poco a poco, pese a estar hundidos en condiciones de estudio y de trabajo que son cada vez más precarias, las y los estudiantes empiezan a procesar la crisis y a comprender que la salida es colectiva y que la lucha en defensa de la universidad pública y por todos los derechos amenazados es ahora.

 

Por una gran marcha hacia la derrota del Plan Milei

A lo largo de su historia, el movimiento docente, estudiantil y no docente ha protagonizado grandes batallas que no se limitaron a sacudir el ámbito académico, sino que confluyeron con las luchas del conjunto de las y los trabajadores. Hemos protagonizado marchas masivas, la última de las cuales fue en agosto de 2018 cuando llenamos las calles de la Ciudad de Buenos Aires, pero también las principales plazas públicas en todo el país.

El martes 23 de abril, posiblemente realicemos la marcha más grande los últimos años. Tenemos que intervenir la semana previa para que eso sea posible: en los cursos, en las asambleas gremiales que se convoquen en cada unidad académica, en las agitaciones en salas de profesores, laboratorios, en las cátedras.

Vamos por la defensa de la universidad pública, del presupuesto, de los salarios y derechos estudiantiles. Vamos por el conjunto de nuestros reclamos. Vamos para derrotar la política macartista y vaciadora de la universidad y el sistema científico por parte del gobierno de Milei. El 23 y su masividad será un fuerte empuje para continuar el plan de lucha hasta que lo logremos.