Frente a la continuidad del ajuste en CyT, organicémonos de forma independiente por nuestras condiciones de trabajo y en defensa de la investigación pública

Documento CyT Plenario Naranja (marzo 2021)

Frente a la continuidad del ajuste en CyT, organicémonos de forma independiente por nuestras condiciones de trabajo y en defensa de la investigación pública

Marzo 15, 2021 - 15:47

El gobierno de Alberto Fernández asumió con vastas promesas para el sector de Ciencia y Tecnología. Sin embargo, al cumplirse un año del autodenominado “gobierno de científicos”, la realidad del sector está muy lejos de las promesas de campaña.

Haciendo ciencia bajo la línea de pobreza

Los salarios de CONICET y Agencia están en un mínimo histórico, con niveles similares a los posteriores a la crisis del 2001. En CABA, el personal de gestión y les becaries están por debajo de la canasta de pobreza mientras que el resto de las categorías (a excepción de les investigadores con mayor antigüedad) apenas la supera. Es el resultado de años de acuerdos salariales a la baja firmados por la burocracia de UPCN, durante el kirchnerismo, luego con el macrismo y ahora con Fernández. En la última paritaria, la pasividad de ATE se transformó en la vergüenza de convalidar un aumento miserable del 7% para el 2020. En las Universidades Nacionales, la situación de les becaries es aún peor dado que en la mayoría de los casos cobran salarios mucho menores por cumplir las mismas tareas que en CONICET. En los casos en que se pudo revertir esta desigualdad, no fue por la decisión de las camarillas universitarias sino por la organización y la lucha colectiva. Es el ejemplo que marcaron les becaries UBA quienes protagonizaron junto a la AGD una larga lucha que culminó en 2014 con la equiparación de sus becas al cargo de JTP exclusiva.

A la miseria salarial se suma que les becaries y personal de gestión están precarizades sin los derechos laborales más básicos, una situación que se agravó con la pandemia. Pese a las promesas del ministro Salvarezza, sigue sin haber un Convenio Colectivo de Trabajo en el CONICET y los “proyectos” que han circulado en las sombras no incluyen les becaries, en línea con la histórica posición del kirchnerismo de negarles su condición de trabajadores. Bajo el amparo de la precarización es que el CONICET pretendía dejar en la calle a cientos de becaries durante los primeros meses de la pandemia cuando conseguir otro ingreso era imposible. La pandemia profundizó también la preexistente brecha de género dentro de CyT, principalmente por el reparto desigual de las tareas de cuidado bajo este régimen social. La patronal agudizó aún más esta situación, negando las licencias por cuidado a becarias y manteniendo las evaluaciones como si nada ocurriera.

Por otra parte, los recortes presupuestarios que se arrastran desde el macrismo han continuado bajo el gobierno de AF. Recordemos que durante 2020 se mantuvo en términos globales el presupuesto de ajuste de 2019. Este déficit ha generado que los subsidios para investigar fueran devorados por la inflación y las sucesivas devaluaciones. Contrariamente a lo dicho por el Presidente en su discurso del pasado 1 de marzo, las becas doctorales y postdoctorales vienen de sufrir un recorte nominal del 15% en la última convocatoria. Mientras se profundiza la escasez de fondos, recrudecen las luchas intestinas entre diversas camarillas por el reparto de lo poco que hay y los proyectos aprobados se concentran en los mismos grupos.

La ley de financiamiento de AF

En este contexto, el gobierno aprobó la nueva Ley de Financiamiento como muestra de su compromiso con la Ciencia. Las modestas expectativas presupuestarias que propone la nueva ley de financiamiento contrastan con el festejo de la militancia oficialista. Desde el ministro Salvarezza pasando por la Cámpora, todos salieron a festejar con bombos y platillos una ley que promete alcanzar para el 2032 el 1% del PBI. Se trata de un incremento progresivo que, de cumplirse, compromete a futuros gobiernos mas no al actual-, a salir de los valores macristas menores al 0.4%. Durante el año pasado, el presupuesto asignado durante la peor pandemia de los últimos cinco siglos, y en una carrera internacional en la investigación de tratamientos que logren enfrentarla, fue de sólo el 0.28%, un mínimo histórico en dólares.

Esta es la realidad presupuestaria de la que partimos lo que contrasta fuertemente con el discurso oficial acerca de la importancia de la ciencia y muy por debajo de la cantidad de recursos destinados, por ejemplo, al pago de la deuda externa[1] . Con esta nueva ley a cuestas, el gobierno de AF tiene luz verde para mantener hasta el fin de su mandato valores presupuestarios menores al 2016 o 2017 durante plena era macrista (0,34%). La actual ley representa además un retroceso respecto de los propios planteos previos del kirchnerismo. El Plan Argentina Innovadora 2020, impulsado por el gobierno de la actual vicepresidenta CFK en el año 2011, ya contemplaba finalizar el año 2020 con un 1 % del PBI para ciencia. Hoy, esta condición se patea para 2032.

El rol de ATE CONICET y el surgimiento de la organización por abajo

Durante todo el último año, quienes conformamos el sistema científico nacional nos pusimos de pie frente a la situación salarial y de precariedad laboral durante la pandemia. Se conformaron asambleas autoconvocadas en cada uno de los estamentos dentro de los organismos de CyT como la Asamblea Nacional de Becaries o los espacios de CIC, CPA y Personal de Gestión autoconvocados. Estas instancias fueron las grandes organizadoras y protagonistas de las campañas virtuales, movilizaciones, caravanas, asambleas y festivales frente al intento del gobierno de descargar la crisis sobre les trabajadores. Así se conquistaron dos prórrogas para les becaries que se quedaban en la calle durante la pandemia, el cumplimiento de las licencias por maternidad, la recomposición salarial 10 puntos por arriba de la paritaria estatal para CIC y CPA y las sumas extra para Personal de Gestión. Desde las Naranja CyT continuamos interviniendo en JCP, donde llevamos 12 años de trabajo gremial ininterrumpido y comenzamos a participar de los espacios de autoconvocados con un planteo de unidad de los escalafones para conquistar todas las reivindicaciones frente a los planteos elitistas que buscaban centrar el debate en CIC y hasta rechazaban el reclamo de reconocimiento laboral de les becaries.

voluntad de lucha de les trabajadores contrastó brutalmente con la parálisis y el sometimiento de las direcciones de ATE CONICET a las políticas del gobierno. No sólo no colocaron al sindicato a la cabeza de la lucha sino que boicotearon muchas de las medidas votadas, sumándose a último momento para salvar las apariencias. Uno de los argumentos para no apoyar estos espacios era que se habían conformado por fuera de la organización gremial. ¿Cómo podía ser de otra manera? Si el sindicato que debía ser una herramienta para la lucha colectiva no planteó ninguna instancia de deliberación y decisión frente a la dramática situación que atravesaba y atraviesa el sector. La política de las direcciones gremiales sólo ha servido para abonar los planteos antisindicales que abundan en el ámbito de CyT. Les delegades de la Naranja CyT (Mar del Plata, Bariloche, Bahía Blanca, La Plata) dieron una lucha permanente contra la burocracia de la Verde y la Verde y Blanca para que el sindicato dejara de estar al servicio de la paz social del gobierno y pudiera transformarse en un canal de organización y lucha. Está planteada la tarea de avanzar en conquistar nuevas representaciones clasistas en otras seccionales para lo cual es central realizar una campaña de afiliación masiva.

La orientación mercantilista, intacta

La principal línea de continuidad en CyT entre los distintos gobiernos ha sido una política científica al servicio del capital. Todos los planes estratégicos desarrollados en los últimos años colocaban explícitamente la necesidad de profundizar el vínculo entre el sector público y el sector privado y aumentar la participación de este último en el financiamiento. Bajo eufemismos como transferencia productiva o vinculación tecnológica, se esconde el mismo negocio de siempre: financiar desarrollos con dinero público para ser usufructuados por empresas privadas por un mínimo costo. Esta política define (y cercena) líneas de investigación en función de lo que resulta más rentable para el capital, en la mayor parte de los casos con un altísimo costo ambiental y social. Por el propio atraso de la burguesía argentina, el anhelo del kirchnerismo de que las empresas aumentaran los fondos destinados a CyT y que absorbieran parte de la mano de obra calificada que queda en la calle luego de años de trabajo precario fracasó rotundamente.

Una ciencia al servicio de otros intereses, de resolver las problemáticas y necesidades del pueblo trabajador, debe partir de lineamientos que sean discutidos por les propios trabajadores de Ciencia y Tecnología, no por burócratas apoltronados en cómodas oficinas de Godoy Cruz ni a las patronales agrarias e industriales que mantienen un asiento en el Directorio. La posibilidad de hacer otro tipo de ciencia se vislumbra en el compromiso político y científico de cada vez más trabajadores que toman posición contra las políticas extractivistas que destruyen el medioambiente, que realizan su labor científica desde un pensamiento crítico que pueda poner en cuestión la reproducción social de la miseria bajo el capitalismo, que se consideran parte activa del pueblo trabajador.

Las tareas para el 2021

Desde la Agrupación Naranja planteamos para 2021 la necesidad imperiosa de profundizar la lucha en defensa de la investigación pública en Argentina, fortaleciendo las instancias de organización independientes y avanzando en la conquista de nuevas posiciones clasistas al interior del sindicato. Por una verdadera recomposición salarial para todes les trabajadores del sector. Por un Convenio Colectivo de Trabajo en CONICET con plenos derechos para todos los escalafones. Por un mayor presupuesto para subsidios e infraestructura que permita investigar en condiciones dignas. Por la democratización del Directorio de CONICET y todos los organismos de CyT. Por una ciencia al servicio del pueblo y no de las empresas. Recuperemos los sindicatos para que dejen de ser el furgón de cola de los distintos gobiernos y se pongan a la cabeza de esta pelea.