Editorial

Boletín de la Agrupación Naranja (Abril 2023)

Editorial

Abril 10, 2023 - 14:54

Por Antonio Rosselló

Con la publicación de este nuevo Boletín, la Agrupación Naranja de docentes e investigadores de las universidades nacionales pretende profundizar el dialogo con toda la docencia universitaria y preuniversitaria y, en particular, con el activismo que en todo el país se organiza y lucha por el salario, por nuestras condiciones de trabajo y por una universidad al servicio de las mayorías populares.

En este sentido, introducimos artículos sobre nuestro balance y perspectivas del plan de lucha en curso, la crisis estructural de la educación superior y de las obras sociales universitarias, las elecciones nacionales que se aproximan y los motivos profundos de la crisis económica, social y política que atraviesa el país.

 

El fracaso de un régimen político

En línea con esto último, los 18 millones de pobres y el 54% de pobreza que soporta la juventud no surgen de la nada sino del fracaso de estos 40 años de democracia gestionada por todos los bloques capitalistas, que han actuado y actúan como gerentes de intereses que van mucho más allá de la frontera de nuestro país (o de intereses imperialistas).

En este sentido, son notables las declaraciones de la Casa Blanca frente al encuentro de Alberto Fernández con Joe Biden donde el mandamás del imperialismo yanky afirma que se ‘discutirán cómo Estados Unidos y Argentina pueden continuar asociándose para abordar los desafíos globales y seguir avanzando en áreas de interés nacional mutuo, incluidos los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología’. En palabras simples el imperialismo yanky viene por Vaca Muerta, el litio, el agua, el 5G en comunicaciones e internet y por el control geopolítico de la región, a la que considera como su “patio trasero”.

La sumisión de los gobiernos nacionales a estos dictados viene de la mano de los planes de ajuste del FMI a los que Macri, Alberto y el Congreso (oficialismo y oposición de derecha) les dieron vía libre.

Esta es la realidad y la explicación por la que tenemos una de las inflaciones más altas del planeta y los salarios más bajos del cono sur. El hundimiento del peso es la noticia de todos los días. El dólar soja o el malbec, el saqueo de los fondos de la Anses y las tasas del 115% para las leliqs que pagamos todos a los bancos demuestran que se gobierna para las clases dominantes y por sobre todo para los acreedores internacionales. En esta dirección, los tarifazos en favor de las privatizadas -que ni garantizan los servicios- son parte de esta política de saqueo. Es una política consciente de sometimiento nacional y de descargar la crisis sobre los trabajadores ocupados y desocupados, activos y pasivos, precarios o bajo convenio y sobre todos los sectores populares.

Esta es la explicación de por qué el salario mínimo es de $80.000, las jubilaciones no llegan a $60.000 y los planes sociales a $40.000; todos debajo de la línea de indigencia y… vienen por más. La reforma laboral, la destrucción del sistema jubilatorio la salud y la educación.

Esta es la explicación por la que se criminaliza la protesta social en todo el país, se clama por la intervención del ejército u fuerzas de seguridad en una supuesta lucha contra el narcotráfico donde están implicados desde los bancos (que lavan su dinero) hasta las mafias policiales del gatillo fácil pasando por los gobiernos que son socios o como mínimo cómplices.

La baja de 85.000 planes Potenciar Trabajo por parte de la ministra nacional Tolosa Paz tiene su correlato en la Ciudad de Buenos Aires por la ministra (Anti) Educación Soledad Acuña o la prisión de Arakaki y Ruiz por movilizarse en defensa de las jubilaciones o de Martín y Lorena en Mendoza para pedir un incremento alimentario para los trabajadores desocupados o negando al pueblo mapuche su derecho a la identidad colectiva.

Las burocracias sindicales de las CGT y las CTAs, a las que se suman las burocracias piqueteras, son las que no llamaron ni a un Paro nacional ante el derrumbe nacional del país. No lo hacen porque todas ellas son parte del Frente de Todos e incluso han votado en el congreso o han aplicado como funcionarios estas políticas. Solo la Unidad Piquetera, las huelgas autoconvocadas de la docencia en distintas provincias, de los médicos residentes de CABA o los trabajadores del SUTNA han conseguido conquistas con los métodos de la clase obrera: asambleas, paros prolongados, movilizaciones y cortes. Por ello reclamamos a todas las centrales que rompan con el gobierno de los techos salariales de Massa y el FMI y convoquen a un Paro nacional con movilizaciones y cortes en todo el país. Para hacerlo tenemos que pronunciarnos todos en los sindicatos y en los barrios.

 

La crisis universitaria

La universidad también es uno de los centros de ataque, ajuste y reestructuración al servicio del capital. A eso apuntan no solo las políticas del gobierno nacional sino también las gestiones universitarias que persisten en el sostenimiento de la ley de Educación Federal del menemato, una “política de Estado” de estas últimas tres décadas.

La deserción supera el 75% de los que inician sus estudios, así como lo es la caída de la matrícula-. Una juventud pobre, desocupada o con trabajo precario no puede sostenerse en la universidad que siendo no arancelada no ofrece becas alojamiento, equipamiento ni comedores.

Pero este ataque se profundiza de las palabras de la macrista María Eugenia Vidal: de que “los pobres no van a la universidad” (para justificar la no ampliación del sistema), pasamos a haber hecho entrar la pobreza a la universidad. ¿Cómo? Pagando al 75% de la docencia salarios –básicos- debajo de la línea de pobreza, situación similar a la de los trabajadores no docentes. Un rápido cálculo entre las variaciones de la inflación y la tabla salarial demuestra que en los últimos 8 años la docencia de las universidades nacionales ya lleva un 31% de pérdida salarial.

Esos salarios de pobreza destruyen todo planteo de seguridad social. Las Obras Sociales universitarias están quebradas, imponen pagos especiales sobre nuestros magros salarios, cobran coseguros cada vez mayores o simplemente cortan servicios o expulsan a trabajadores precarios, ad-honorem o jubilados de las mismas.

El ataque a nuestras jubilaciones es permanente, vienen por nuestro 82 y 85% móvil porque son un ‘pésimo ejemplo’ para el conjunto que percibe, como dijimos, jubilaciones de miseria. Pero una forma de atacarlos es también reducir el salario real de los activos y expulsarlos de las prestaciones de salud. Nuestro salario diferido, luego de décadas de aportes extras, se torna como ‘insoportable’ para los ajustadores de turno.

La situación de decenas de miles de ad-honorem, contratados, monotributistas e interinos no solo implican una baja del “gasto salarial” sino que como trabajadores precarios se los intenta utilizar para disciplinar a aquellos que estando bajo convenio y/o concursados tienen cierta estabilidad.

Los planes del Banco Mundial conocidos como ‘Plan Bolonia’ volvieron al debate público: acortar las carreras, adaptarlas a las demandas del mercado capitalista y pasar contenidos a los posgrados pagos tienen como viga maestra a la Ley de Educación Superior menemista, que después de 30 años todos los gobiernos mantuvieron junto a la CONEAU que sigue dictatorialmente “acreditando” saberes.

La falta de infraestructuras y equipamiento, que es endémica, dio un salto por la devaluación sin fin del peso porque el 90% de los insumos son importados y por lo tanto impagables con los presupuestos asignados por el gobierno, el congreso y avalados por los rectores.

Los gobiernos y los rectores son los responsables. No menos responsables son las burocracias sindicales de Fatun, Conadu, Fedun, Ctera, Fagdut, Ctera y Uda, que acompañan sus políticas y sellan con su firma, en paritarias a la baja. Así también las burocracias estudiantiles de la FUA, que sigue dirigiendo Juntos por el Cambio como Franja Morada.

 

Por una reorganización de la universidad sobre nuevas bases

Es por ello que una vez más llamamos a la docencia a realizar asambleas por lugar de trabajo y universidad estén o no afiliados a alguna federación. Llamamos particularmente al activismo a extender la organización, afiliando, recuperando los sindicatos y Federaciones con el método del Frente Único para desarrollar y ampliar el plan de lucha en curso para alcanzar nuestras reivindicaciones como lo hicimos en 1987, 2005 y 2018 cuando con independencia política del gobierno de turno (en los tres momentos de distinto signo).

Para poner la universidad al servicio de la mayoría popular la tenemos que reorganizar bajo nuevas bases sociales. En función de este objetivo estratégico, les invitamos a desarrollar un intercambio con nuestra Agrupación Naranja en todos lados.