En la última sesión del 2022, el Consejo Superior de la UBA resolvió por unanimidad modificar el reglamento de la Dirección Nacional de Salud, dejando sin posibilidad de acceder a ella a lxs próximxs docentes y no docentes que se jubilen y a lxs trabajadorxs ad honorem.

La medida fue, casi sin discusión, votada a favor por decanos y consejeros de profesores, graduados y estudiantiles, pertenecientes a los distintos bloques que cogobiernan la UBA y apoyada por el delegado no docente de Apuba. Así, una vez más, radicales del PRO, PJ y kirchneristas demostraron que cuando se trata de medidas antiobreras, no hay grieta.

El argumento de la decisión es que la obra social está con déficit y no puede continuar garantizando la atención a sus afiliados. Cabe aclarar que quienes se jubilan pagaban por su atención mensual el 4,5% de su haber y lxs ad honorem también una suma fija.

Más allá de la falta de presentación de balances contables por parte de quienes manejan Dosuba – conducción que no es elegida por los afiliados- y del Rectorado, el problema del desfinanciamiento de la obra social nace en la caída brutal de los salarios y la dolarización de los insumos médicos. Sin ir más lejos, la docencia perdió en los últimos años un 30% y sólo en el 2022, producto del desfasaje con la inflación y los aumentos en cuotas no acumulativas, el equivalente a un mes de sueldo. La misma situación atraviesan otras obras sociales universitarias, por lo cual, el reclamo al Ministerio de Educación de partidas especiales para atender la salud de la docencia es parte del pliego de Conadu Histórica.

Inmediatamente el Consejo Superior votó este nuevo ataque, AGD UBA junto a la comisión interna no docente de Sociales convocó asambleas para votar un conjunto de medidas como plan de lucha conjunto hasta lograr la derogación de la resolución. Al momento, un petitorio que ya cuenta con 5 mil firmas, dos grandes convocatorias frente al Rectorado, movilizaciones al Ministerio de Educación y la reunión con la Secretaría de Políticas Universitarias , no sólo han generado preocupación entre las autoridades sino también generalizó el repudio entre todxs lxs trabajadores docentes y no docentes, sobre todo entre las bases de los gremios que avalaron la resolución: Apuba, de manera directa con su representante y Aduba –junto con UTE Ctera, al dejar correr sin siquiera sacar una declaración de repudio.

La campaña continúa con asambleas en distintos lugares de trabajo y la ´presentación de proyectos por la derogación de la resolución tanto en el propio Consejo Superior como en los directivos.

Así, en unidad, lxs trabajadorxs de la UBA seguimos peleando para que se derogue la resolución y se reintegre el derecho a la atención en salud para quienes se jubilan y para lxs ad honorem. Reclamamos, además, partidas especiales por parte del ministerio y las universidades para sostener nuestras obras sociales, la apertura de los libros de Dosuba y la participación de todxs sus afiliadxs en la elección de sus autoridades.